Cáritas avisa de que, tras el volcán, la esperanza se va apagando en La Palma

Cáritas avisa de que, tras el volcán, la esperanza se va apagando en La Palma
Cáritas avisa de que, tras el volcán, la esperanza se va apagando en La Palma (ARCHIVO)

La erupción de Cumbre Vieja, en La Palma, obligó a Cáritas a "reconvertirse" para actuar ante una emergencia "inédita" que supuso atender a 686 personas, de ellas 146 menores, hasta diciembre de 2021, pero la situación no ha mejorado en absoluto y en muchas personas la esperanza se va apagando.

La emergencia en La Palma va a durar años, han advertido este jueves en rueda de prensa el obispo de la Diócesis Nivariense, Bernardo Álvarez; el director de Cáritas en la provincia de Santa Cruz de Tenerife, Juan Rognoni, y secretario general, Ricardo Iglesias, durante la presentación de la memoria 2021 de la entidad.

De hecho, el prelado Bernardo Álvarez ha manifestado que ve un riesgo para la isla si no se agiliza la gestión de las políticas de reconstrucción, y es que La Palma "va a perder población" ante una situación "muy compleja".

El trabajo de la entidad en La Palma continúa desarrollándose en la actualidad y a las personas atendidas (unas 2.400 en estos momentos) se les continúa dando respuesta en las necesidades propias de la emergencia, ofreciendo apoyo económico para poder sufragar gastos básicos, y en coordinación con las Cáritas Arciprestales se están planificando distintos proyectos de reconstrucción y apoyo a las zonas y personas afectadas, presupuestados para los próximos cinco años.

El director provincial de Cáritas, Juan Rognoni, ha rememorado cómo al acabar 2020 tuvo palabras de esperanza en que el año siguiente fuera el de la recuperación y, en cambio, lejos de ser una transición supuso la llegada de nuevos retos y desafíos que, con la erupción iniciada el 19 de septiembre, llevó a la entidad a una nueva realidad que ha conllevado un agravamiento de la exclusión.

Pero también la catástrofe ha provocado "ríos de solidaridad" llegados desde todos los rincones del país, de manera que Cáritas ha sumado unos 6 millones de euros desde el último trimestre del año pasado y el tiempo transcurrido de 2022 que destinará a un plan específicamente trazado "para acompañar al máximo de gente el mayor tiempo posible porque sabemos que la situación se va a prolongar en el tiempo", ha manifestado Bernardo Álvarez.

Desde la primera semana de la erupción, Cáritas estuvo al lado de los damnificados ofreciendo atención, ayudas básicas y acompañamiento con un equipo técnico de emergencia, y se puso en marcha un gabinete de crisis, un teléfono y un correo electrónico para los damnificados.

Además hubo que reorganizar el equipo de trabajo, se acondicionaron instalaciones parroquiales para los afectados con colchones, mantas y productos de higiene personal, alimentación y vestuario, se facilitaron tarjetas de supermercado y tarjetas solidarias bancarias.

Asimismo, se entregaron mascarillas FFP3 y gafas protectoras en centros educativos del valle de Aridane y se ha albergado a familias en siete viviendas propiedad del Obispado en la isla.

"Pero se acabó el volcán y hay que seguir en el día a día con el trabajo que tenemos por delante y todo el reto que queda por atender ante la situación gravísima que queda en La Palma", ha subrayado Juan Rognoni, al tiempo que Ricardo Iglesias ha destacado que la situación no ha mejorado en absoluto.

El secretario general de Cáritas en Tenerife ha recordado que la entidad atravesó por un proceso de reflexión interna "y mirada larga" en torno a esta catástrofe natural porque, ha admitido, sabían que un día "las cámaras se irían, pero Cáritas seguiría ahí".

Iglesias ha citado como ejemplo de la labor realizada a los voluntarios de Cáritas en La Palma que, pese a que algunos lo habían perdido todo, seguían acudiendo al Centro de Día de Los Llanos de Aridane.

Ahora el reto es acompañar a la reconstrucción no ya de las infraestructuras, sino de las vidas de las personas, ha apuntado, al tiempo que ha indicado que un gran problema en La Palma es el de la vivienda, que aboca a una situación económica dramática porque muchos afectados no tienen adónde acudir para residir.

Además, la falta de contratos de alquiler "aboca a la vulnerabilidad", ya que al no poder tener uno tampoco se pueden pedir ayudas "y al final se saca beneficio de esta situación porque se han disparado los precios de los alquileres".

La respuesta administrativa ha sido "muy poco ágil" ya que se quieren hacer cosas "pero no se sabe cómo" y ya hay "proyectos en retirada" por falta de fondos "y no se está atendiendo" como al inicio de la erupción, ha indicado el secretario provincial de Cáritas, para insistir en que "la emergencia va a durar años". EFE