El periodismo quiere fortalecer la democracia

Asistimos en Santander, en representación de las asociaciones de periodistas de Tenerife y Las Palmas, a la asamblea de la Federación de Asociaciones de Periodistas de España (FAPE) que, en el marco de su centenario, aprobó una declaración que reafirma su sólido compromiso con la defensa del libre ejercicio del periodismo como pilar fundamental de nuestra democracia.

El periodismo quiere fortalecer la democracia
En unos momentos delicados de la situación política general, cuando la bronca sustituye al debate

Por Salvador García Llanos

En la declaración, como exigencia para las propios profesionales de la información, se considera que es imprescindible que los periodistas apliquemos en nuestro trabajo diario los valores reflejados en nuestro código deontológico. Resulta primordial para ganar y acreditar respeto y credibilidad.

Y es que los periodistas españoles proclaman que avalan el buen periodismo la lealtad a los ciudadanos, la búsqueda desinteresada de la verdad para arrojar luz sobre los hechos que se quieren ocultar, la separación de opinión e información, el control independiente de los poderes para exigirles cuentas y el respeto de los derechos de los demás.

Por ello, en unos momentos delicados de la situación política general, cuando la bronca sustituye al debate y cuando la crispación y el encono predominan en no pocos escenarios, los periodistas sostienen que “no tienen cabida en el futuro de la prensa la desinformación, el trincherismo partidista, la difusión de mentiras y discursos de odio, el insulto y el vilipendio, la deshonestidad en el tratamiento de la información y el abandono del periodismo como servicio público esencial para colocarlo al servicio de intereses particulares”.

Es positivo que el periodismo apele al equilibrio, a la mesura. Esos llamamientos convienen. La democracia está cada vez más amenazada, con gestos y dialéctica inapropiados. Los responsables de las instituciones, incluso, parecen haberse olvidado de las declaraciones en las que impere la mesura, ese equilibrio institucional que tanto necesita la ciudadanía. Quienes tienen responsabilidades en la ditrección de las organizaciones políticas también están llamados a hacer un esfuerzo en enviar mensajes respetuosos y de tratar a los adversarios con templanza y educación.

De ahí que en la Declaración de Santander de la FAPE, se inste a los gobiernos, a los partidos y a la sociedad en general a que se unan a la FAPE en la firme defensa de la libertad de prensa como medio imprescindible para fortalecer la democracia.