La Matanza recupera su gran Belén Municipal junto al Ayuntamiento

El tradicional belén que durante muchas navidades saludaba a matanceros y visitantes en los jardines del Ayuntamiento, convirtiéndose por su ubicación, materiales y envergadura, en una referencia en la ruta norteña de los belenes, vuelve a lucir con todo su esplendor desde el pasado fin de semana. Tras una pausa de más de cinco años sin haber sido confeccionado, un grupo de vecinos ha decidido retomar el monumental trabajo que abanderó durante años la Agrupación Folklórica Pino Verde, y con la ayuda de un taller de belenismo impulsado por el Ayuntamiento, restaurar las más de 500 figuras de elaboración artesanal que lo componen

La Matanza recupera su gran Belén Municipal junto al Ayuntamiento
Tras más de cinco años sin confeccionarse, un grupo de vecinos voluntarios, al amparo de un taller promovido por el Ayuntamiento, recupera el emblemático nacimiento

Desde el pasado fin de semana, y con la escultura del archimencey Tinguaro como ilustre vigilante, el belén ha recibido la visita de varios miles de curiosos, que se recrean en el medio millar de figuras que lo integran, entre personajes, objetos, casas y estructuras. Las piezas son de elaboración artesanal a partir de materias primas como la soga, el papel y cartón, yeso, alambre y barro entre otros. Tratadas y pintadas con materiales impermeabilizantes para resistir los embates del sol y la lluvia, las piezas forman un nacimiento en el que el visitante podrá sorprenderse con elementos como el Palacio de Herodes, el mercado, el poblado de cuevas o el campamento pastoril, o con detalles curiosos como las diversas zonas agrícolas o las barcazas con pescadores. Una buena cantidad de escenas cuentan con movilidad, lo que junto a la iluminación con la que ha sido dotado, invitan a repetir la visita en horas nocturnas.

Como ya es habitual, el nacimiento incluye nuevas figuras y escenas, personajes elaborados con esmero, cuidando todos los detalles y aportando guiños al visitante. El poblado de pescadores, las zonas agrícolas rebosantes de cultivos e incluso alguna figura con un toque pícaro, comparten espacio en los jardines del Ayuntamiento con el palacio de Herodes o las figuras de artesanos.