Santa Cruz de Tenerife rinde homenaje a los arquitectos Saavedra y Díaz-Llanos con una calle
El alcalde de Santa Cruz, José Manuel Bermúdez, asistió esta tarde al acto de rotulación de una calle en honor a los arquitectos Vicente Saavedra Martínez y Javier Díaz-Llanos La Roche, junto a representantes de los grupos políticos del Consistorio. La calle se encuentra entre la calle Méndez Núñez y la Rambla de Santa Cruz, llamada calle de la Tolerancia
Gregorio Dorta 
Esta calle llevará el nombre de arquitectos Saavedra y Díaz Llanos, por su aportación decidida en pro de situar a la ciudad a la vanguardia de las artes. Y por “su amor al municipio que hoy reconoce públicamente la figura humana, artística y profesional de ambos”.
Tras el acto, el alcalde José Manuel Bermúdez, comentó que “son muchos los arquitectos que desde mediados del siglo pasado contribuyeron a impulsar una vanguardia cultural a través de la arquitectura, permitiendo que Canarias, Tenerife y, en particular, su capital Santa Cruz hallara un espacio propio en el mapa mundial de las artes plásticas”.
El alcalde destacó que “Vicente Saavedra y Javier Díaz-Llanos pertenecen a ese grupo de arquitectos, de artistas, incansables, que desde los años sesenta dejaron desbordar su imaginación, como un torrente, para perpetuar la huella imborrable de su trabajo, fruto de una brillante visión de la arquitectura contemporánea”. Y añadió que “debemos esforzarnos porque las generaciones más jóvenes conozcan la huella internacional que aquella pasión de un grupo de artistas dejó para siempre en nuestra capital. Se lo debemos a la ciudad, y también se lo debemos a Vicente y Javier, y a aquella Comisión de Cultura del Colegio Oficial de Arquitectos que cambió para siempre el paisaje urbano”.
José Manuel Bermúdez insistió en que “hace casi medio siglo, un grupo de destacados arquitectos y artistas plásticos, liderados por Vicente, se propusieron dejar para la posteridad un proyecto singular que hoy, 50 años después, estamos empeñados en consolidar, de manera definitiva, en un elemento distintivo de nuestra capital, más allá de su valoración en las élites culturales más tradicionales”.
