Últimos desalojados pueden regresar a sus casas por estabilización del volcán

Aunque más estabilizado, el volcán de La Palma, que cumple una semana de erupción este domingo, sigue generando explosiones.

Últimos desalojados pueden regresar a sus casas por estabilización del volcán

Santa Cruz de La Palma, 26 sep (EFE).- Las aproximadamente 160 personas que fueron desalojadas de sus casas en la tarde del viernes ante la intensificación eruptiva del volcán de La Palma ya pueden regresar a sus casas una vez que se han estabilizado las señales.

Así lo ha acordado el comité director del Plan Especial de Protección Civil y Atención de Emergencias por Riesgo Volcánico (Pevolca), donde se ha constatado que los indicadores que el viernes hicieron prever "un escenario" peligroso para los núcleos de población de Tajuya, Tacande de Abajo y la parte previamente no desalojada de Tacande de Arriba quedan por ahora descartados.

María José Blanco, directora del Instituto Geográfico Nacional (IGN) en Canarias, ha informado de que esos indicadores más estables son el tremor sísmico, las señales sísmicas y las deformaciones del terreno.

Aun así, las personas evacuadas desde el comienzo de la erupción se acercan a las 6.000, aunque ya todos están alojados en casas de amigos o familiares, segundas residencias, centros sociosanitarios y hoteles, de manera que no queda nadie en el acuartelamiento El Fuerte.

Aunque más estabilizado, el volcán de La Palma, que cumple una semana de erupción este domingo, sigue generando explosiones.

Por ello las autoridades han advertido a las personas que viven en un radio de cinco kilómetros que se mantengan alejadas de las ventanas por si pudiera producirse alguna rotura de cristales.

Por este riesgo, la Consejería de Educación del Gobierno de Canarias tiene previsto mantener cerrado este lunes algún centro educativo adicional en los municipios de Los Llanos de Aridane y de El Paso, ha informado el director técnico del Pevolca, Miguel Ángel Morcuende.

En las últimas horas ha habido una mayor llegada de cenizas a municipios alejados del centro eruptivo, como Santa Cruz de La Palma, Villa de Mazo, Breña Alta, Breña Baja y Puntallana, debido a los vientos que soplan desde el suroeste en alturas superiores a los 1.400 metros, cuando la nube de gases del volcán sube hasta los 4.000 metros.

A pesar de que el volcán emite 25.000 toneladas diarias de dióxido de azufre, la calidad del aire para la población en toda la isla es buena y no hay ningún riesgo.

La única recomendación es que quienes manejen cenizas, por ejemplo para limpiar azoteas y tejados, lleven mascarilla, gafas protectoras, guantes y ropa que cubra toda la piel, para prevenir afecciones bronquiales u oculares.

En cuanto a las emisiones de lava, que alcanza una temperatura de 1.237 grados centígrados, hay dos centros emisores principales, uno en la parte baja del cono, cuya colada es más fluida y avanza hacia el norte por encima de la primera colada surgida el 19 de septiembre, y otra que se dirige al sur a unos 30 metros por hora y que ha afectado a nuevas zonas pero sobre todo eriales y pastos.

La lava de la colada norte, aunque es más fluida, tiene una composición que la hace más viscosa al alejarse del centro emisor, por lo que disminuye su velocidad y sufre frenazos.

Miguel Ángel Morcuende ha insistido, para tranquilidad de familiares y amigos de los palmeros, sobre todo los que están en otros países, en que más allá de los problemas que genera el volcán en las zonas cercanas, la vida en La Palma se desarrolla con normalidad y es completamente segura.

También ha recalcado que no se necesita ni víveres, ni mantas, ni ropa ni juguetes, remesas que llegan por las campañas de solidaridad pero que en realidad complican la logística para la isla, sino que se precisan aportaciones o donaciones económicas, para ayudar a superar las dificultades que esta catástrofe está causando en la economía local.

En cuanto a algún desprendimiento que se ha localizado en algún acantilado de la isla, ha señalado que nada hace pensar que tenga ninguna relación con el proceso eruptivo, sino todo hace pensar que corresponde a la erosión marina ordinaria en las costas. EFE