Un joven acepta 11 años de cárcel por abusar y emitir fotos de menores desnudas
El joven, "movido por un ánimo libidinoso hacia jóvenes menores de edad, de menos de 16 años, accedía a redes sociales como Instagram o Whatsapp y contactaba de forma sistemática con chicas menores con el fin de que mantuvieran relaciones sexuales por esa vía".
El joven de 29 años acusado de extorsionar a 24 menores a las que conoció en redes sociales entre 2017 y 2018 para que le enviaran fotos desnudas o se prestaran a practicar sexo con él ha reconocido los hechos este lunes ante la Audiencia de Las Palmas y ha aceptado una condena de 11 años y cuatro meses de cárcel.
El procesado, Yann M.T., que ha declarado por videoconferencia desde la prisión de Almería, donde estaba ingresado por estos hechos de forma preventiva y desde donde los cometió, ha aceptado la pena reclamada por el fiscal Pedro Gimeno, en el juicio celebrado por la sección sexta de la Audiencia de Las Palmas.
Al acusado se le ha aplicado la atenuante muy cualificada de confesión de los delitos de abuso sexual, de difusión de imágenes de conductas sexuales y órganos sexuales de menores,difundir imágenes de menores haberlos admitido antes de que se iniciara el procedimiento judicial.
El joven, "movido por un ánimo libidinoso hacia jóvenes menores de edad, de menos de 16 años, accedía a redes sociales como Instagram o Whatsapp y contactaba de forma sistemática con chicas menores con el fin de que mantuvieran relaciones sexuales por esa vía".
Las menores intercambiaban con el procesado fotografías y vídeos de sí mismas con contenido sexual explícito o realizaban videollamadas en las que se mostraban desnudas o se masturbaban ambos interlocutores.
A algunas de sus víctimas les llegó a manifestar que, si no accedían a sus peticiones de índole sexual, se adueñaría de sus cuentas en redes sociales y remitiría a sus contactos las imágenes de carácter sexual previamente enviadas, por lo que generalmente accedían a sus peticiones y enviaban fotografías suyas en actitud sexual.
El hombre, de nacionalidad portuguesa y sin antecedentes penales, también acostumbraba a enviar fotografías de sus genitales y a solicitar reunirse con las víctimas para mantener un encuentro sexual. EFE