Para Nueva Canarias en Fuerteventura, la última escenificación en el Parlamento de Canarias entre el consejero Mariano Hernández Zapata (PP) y el diputado Mario Cabrera (CC) sobre la declaración del Parque Nacional de Zonas Áridas en Fuerteventura, «es un capítulo más del teatro político con el que Coalición Canaria y el Partido Popular intentan disimular su inacción».
Ambos actores discuten sobre si falta cartografía, si se remitieron propuestas incompletas o si compete al Cabildo o al Gobierno canario mover ficha. Pero en realidad, asegura la organización, «lo que falta es voluntad, valentía y coherencia política, mientras la escena internacional se enrrarece y algunos en Bruselas ya han puesto el ojo, los planes y la pica minera en nuestra isla«. Para los nacionalistas de izquierdas, «el verdadero elefante en la sala es otro: el mandato del Parlamento para aprobar un Decreto Ley que proteja jurídicamente a la isla frente a cualquier intento de extracción de Tierras Raras sigue sin cumplirse».
Una iniciativa impulsada por Nueva Canarias, a través de su diputada por Fuerteventura, Natalia Santana, que fue aprobada con amplio respaldo pero que no ha sido efectuada por el gobierno de Clavijo. Para NC, «al presidente, cuando se trata de elegir entre obedecer al Parlamento o contentar a socio del PP, no le tiembla el pulso: siempre cede a los caprichos y la soberbia de Génova y en este caso concreto ningunea también a su franquicia en Fuerteventura, que dirige Mario Cabrera.
Desde el Cabildo, la consejera de NC Sonia Álamo también exigió en el último pleno que «se dé forma definitiva al Parque Nacional como medida efectiva de protección». Para Nueva Canarias-Bloque Canarista, «si Mario Cabrera tuviera el peso del que presume
dentro de CC, el Decreto Ley estaría firmado desde el mismo día que el Parlamento exigió ese blindaje legal. Pero la realidad es otra: Clavijo no se hace respetar ni en Moncloa, ni en Génova ni en Bruselas, lo que deja por tanto a Mario Cabrera y Barragán en un escalón aún más bajo y credibilidad cero. Lo que hoy pasa con las Tierras Raras puede acabar como con la acogida a los menores migrantes: toneladas de discursos pero cero soluciones reales».
Para NC, lo de CC y PP «es puro teatro y lo de su franquicia majorera una patética escenificación de la fábula de «galgos y podencos» en algo tan serio para Fuerteventura como la posible instalación forzada de minería de Tierras Raras».