El área de Parques y Jardines intensifica la evaluación de árboles y palmeras para contener riesgos. Entre las medidas urgentes se contemplan tratamientos fitosanitarios, así como la mejora, ampliación y protección de alcorques.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, a través de la Concejalía de Desarrollo Urbano, Sostenibilidad y Energía, Parques y Jardines y Sector Primario, inició hace dos meses un plan de choque del arbolado urbano con el objetivo de mejorar el diagnóstico y el mantenimiento de árboles y palmeras en áreas urbanas, reduciendo así riesgos para la seguridad ciudadana. Este plan se centra en la revisión exhaustiva de ejemplares en zonas críticas, cuya caída pueda suponer un mayor peligro para la población, así como de aquellos con afectaciones ya diagnosticadas o situados en espacios de obra que puedan haber dañado su estructura. También se incluye en esta evaluación urgente todos los ejemplares del Catálogo de Árboles Singulares de Las Palmas de Gran Canaria, dada su longevidad y su importancia paisajística y social.
Durante estos dos meses, se han evaluado 1,271 árboles y 821 palmeras, determinando diferentes niveles de riesgo y proponiendo medidas adecuadas a las afectaciones detectadas. En el marco de este plan, se han hallado altos riesgos de caída en 9 palmeras Phoenix con pudrición activa: 4 en el distrito centro y 5 en Ciudad Alta. Asimismo, se retiró un Ficus nitida en el distrito Centro, que presentaba daño radicular. Para otros ejemplares con riesgo más moderado, se han establecido seguimientos intensivos y medidas de acompañamiento.
El objetivo del área de Parques y Jardines es, además, mejorar el bienestar del arbolado urbano y prolongar su vida. Entre las medidas implementadas de forma urgente se encuentra la delimitación de alcorques en aparcamientos o zonas de paso de vehículos para proteger los troncos, el apuntalamiento de aquellos que presentan inclinación y la ampliación de alcorques cuyo diámetro limite el desarrollo del arbolado. También se están retirando cubre alcorques, resinas u otros materiales artificiales alrededor de los troncos, para reemplazarlos con materia orgánica que aporte nutrientes y mejore la calidad del suelo.
Se está prestando especial atención a las palmeras canarias, que se ven mayoritariamente afectadas por diocalandra, un pequeño escarabajo cuyas larvas dañan el estípite y sirven como vector de entrada para otras enfermedades. En febrero, el Ayuntamiento inició un tratamiento con endoterapia en las palmeras canarias, que ya ha sido aplicado en el Parque Romano y Ciudad Jardín, y continúa en los ejemplares del Paseo de Chil. Además, la Concejalía de Desarrollo Estratégico, Sostenibilidad y Energía ha solicitado colaboración del Gobierno de Canarias y está a la espera de respuesta, dado que el problema afecta a los palmerales de todas las islas.
Todos los Ficus situados en la avenida Juan Carlos I también han recibido tratamiento fitosanitario por endoterapia, en este caso contra una plaga conocida como Psila del Ficus.
“Necesitamos un cambio de paradigma en lo referente a las infraestructuras verdes. No son un accesorio ni pueden estar en los niveles más bajos de prioridad en una ciudad que desea construir un futuro sostenible. Desde la reducción de riesgos y el respeto a la convivencia, vamos a darle al arbolado de esta ciudad el espacio que se merece, cuidándolos mejor y protegiéndolos con la normativa adecuada”, afirmó Gemma Martínez Soliño, concejala responsable.
