Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- Los tres peritos judiciales de Godoy Auditores han ratificado este martes ante la Audiencia de Las Palmas sus dos informes sobre las irregularidades advertidas en los contratos de Sercanarias con Emalsa entre los años 2008 y 2012 y en los que advirtieron un exceso de facturación.
En la quinta sesión del juicio por el caso Emalsa, en el que se juzga a 15 exdirectivos de los socios privados de Emalsa en esos años (Saur y Valaoriza) acusados de haber ocasionado un quebranto de 23,4 millones de euros a la empresa de aguas de la capital grancanaria entre 2008 y 2012, los peritos han hecho hincapié en la «facturación vertiginosa» apreciada en el mantenimiento del alcantarillado.
Así mismo, han señalado que detectaron deficiencias en los procedimientos de adjudicación de los contratos a Sercanarias, empresa formada por los socios privados de Emalsa.
Según los peritos, en el contrato de alcantarillado (el que mayor daño causó a Emalsa según la Fiscalía) el exceso de facturación fue de 1,4 millones de euros entre los años 2009 y 2012 respecto al máximo establecido sin que estuviera acreditada esa necesidad de ampliación.
De ese contrato, han cifrado en 2,2 millones de euros los pagos a personal sin la justificación de los trabajos prestados en la red de alcantarillado, si bien el Ministerio Público cuantifica en 7,4 millones de euros el sobre coste de los trabajadores.
Ante las preguntas de la fiscal de Delitos Económicos, Evangelina Ríos, sobre 14 de los 17 contratos de Emalsa con Sercanarias en los que entiende que se cometieron ilegalidades, los peritos han explicado que no recibieron la documentación completa, pero que con la que manejaron apreciaron también que se facturaba por conceptos no previstos.
Han señalado que a Sercanarias se le adjudicaron obras urgentes como la renovación de saneamiento de la calle Néstor de la Torre sin la declaración pertinente, y que el contrato de Mantenimiento de Jardines habla de tres tipos de servicios prestados (jardinería, mantenimiento y desbroce) de los que es «imposible determinar» el que realmente se prestó.
Además, han incidido en que en el contrato de Cortes y Reposición se facturaron servicios fallidos que no estaban estipulados; en el del Mantenimiento Electromecánico del área de Saneamiento hallaron trabajos pagados y no justificados y con el IPC mal aplicado; y que en el de Cambio de Contadores se fijó un beneficio industrial de un 15 % que no estaba estipulado y el pago de servicios fallidos que solo se contemplaban para los cambios masivos, han detallado los peritos.
La no aplicación de la cláusula de penalización por demora ha sido otra de las irregularidades advertidas por los peritos, que han detallado que en el caso del contrato de Inventariado de Datos era superior al millón de euros.
Del contrato de Limpieza Mecánica del Colector Ovoide han referido que dejó de ejecutarse un 60 % de lo estipulado y de las obras contratadas en los años 2010, 2011 y 2012 por Emalsa a Sercanarias por las que facturó 420.121,28 euros, han manifestado que se hicieron sin justificar la necesidad de las mismas, ya que, según los expertos de Godoy Auditores, no disponían de documentación para saber «que fue lo que se hizo, cómo ni quién» lo llevó a cabo.
A preguntas de la abogada de la defensa Noelia Afonso, los peritos han admitido que no pudieron determinar si las penalizaciones previstas en las cláusulas se podían atribuir a Sercanarias, en concreto se ha referido la letrada a las incluidas en cuatro contratos por importe de 2,1 millones de euros y que figuran en el segundo informe que emitieron.
Noelia Afonso ha reprochado a los peritos que no se refirieran a que en cuatro de los 17 contratos que cuestionan las acusaciones no detectaron perjuicio alguno, sino incidencias.
En esta sesión del juicio también ha declarado el director general de Saur desde finales de mayo de 2008 hasta febrero de 2014, Oliver Brousse, quien se ha ratificado en su declaración ante el juzgado y ha indicado que trabajaba en su oficina de París y que solo asistió en una ocasión al consejo de administración de Emalsa, pero que nunca participó en el comité de gerencia formado por los socios privados.
Brousse, que solo ha contestado a las preguntas formuladas por su defensa, ha asegurado que nunca percibió retribución alguna de las prestaciones accesorias, ya que su sueldo procedía de Saur en Francia y que tampoco perteneció a Sercanarias.
El juicio seguirá este miércoles con la continuación de la prueba pericial. EFE