El proyecto para una modificación menor del Plan General de Ordenación (PGO) en la zona de Geneto ha recibido un informe ambiental favorable y ahora avanza hacia su aprobación inicial. Esta iniciativa incluye una prospección arqueológica, la protección de suelos con valor agroecológico y un estudio para garantizar los recursos e infraestructuras hídricas.
La Gerencia de Urbanismo del Ayuntamiento de San Cristóbal de La Laguna está impulsando esta modificación del PGO para la zona de la calle Tamaragua, en Geneto. Tras recibir un informe ambiental estratégico favorable, el proyecto entra en el proceso de elección de la alternativa óptima y su aprobación inicial. Este esfuerzo, que comenzó con un extenso proceso participativo, busca adaptar el entorno urbano a las necesidades de los vecinos, con el objetivo de mejorar la movilidad, accesibilidad y seguridad vial del barrio.
El alcalde de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, señala que “con esta iniciativa respondemos a una demanda histórica de los residentes que piden más aceras y estacionamientos. Así, reafirmamos nuestro compromiso de ofrecer una solución integral a este entorno urbano”. La calle Tamaragua y sus perpendiculares no cuentan con continuidad, lo que genera un doble sentido de circulación; la mayor parte del espacio vial está destinada al uso del vehículo privado.
Para llegar a este punto, “la Gerencia de Urbanismo llevó a cabo un amplio proceso participativo. Esto incluyó encuestas, un recorrido con los vecinos para identificar problemas y necesidades específicas de la zona, y sesiones informativas en las que se presentó el borrador de la modificación y se recopilaron aportaciones de la comunidad y agentes locales,” destaca el concejal de Ordenación del Territorio, Adolfo Cordobés.
Como resultado de ese trabajo participativo, Cordobés agrega que “planteamos modelos alineados con los objetivos de la Agenda Urbana, que ahora debemos concretar en una actuación definitiva y someterla nuevamente a la participación ciudadana. También se realizarán trabajos para minimizar el impacto de la actuación, incluyendo un estudio arqueológico y un análisis de los recursos edáficos para preservar los suelos de valor agroecológico, así como un proyecto de tratamiento y gestión de la flora exótica invasora”.
Asimismo, el concejal destaca que “se solicitará un informe del Consejo Insular de Aguas de Tenerife para asegurar recursos hídricos suficientes para el abastecimiento urbano y riego, el tratamiento de aguas residuales y evitar afecciones a las infraestructuras hidráulicas, tanto cauces como red de pluviales”.
**Un Solo Sentido para Ganar Espacio**
Para mejorar la seguridad vial y el bienestar residencial, se pretende dar continuidad a la calle Tamaragua y limitar la circulación de vehículos a un solo sentido. Esto requerirá ajustes urbanísticos en este suelo urbano consolidado e incluirá la ordenación detallada de los terrenos contiguos, clasificados como suelo urbanizable sectorizado no ordenado e incluidos en el Plan Parcial Geneto 3, aún por realizar.
De las cinco alternativas presentadas, las dos más favorables contemplan intervenir en una superficie de 42,625 m² y destinar hasta el 41% de ese suelo a espacios libres. Se apuesta por reducir el impacto y reforzar todos los servicios en la zona, incluyendo espacios libres y dotacionales.
Para mejorar la circulación, se propone limitar el tráfico en la calle Tamaragua a un solo sentido, afectando también a las calles Andamada, Princesa Yraya y Congelado, además de crear una nueva vía de prolongación de la calle Aceviño. Todas estas calles se conectarán con Tamaragua mediante un nuevo viario que permitirá la continuidad de la circulación.
Se plantean también diversas acciones para mejorar la conectividad de las calles Picaman, Tahodio, Teguise, Tijarafe, Tenbel y Tamaduste, aumentando la superficie de espacios libres. Las distintas alternativas evaluadas incluyen medidas complementarias importantes para evitar afectaciones a edificaciones existentes, así como priorizar el tránsito peatonal en aquellas vías sin capacidad para conectarse con la trama urbana o limitarlas al uso exclusivo de residentes.
Actualmente, el núcleo urbano de la calle Tamaragua y sus alrededores consiste en un tejido principalmente residencial que se extiende a lo largo de unos 450 metros lineales de calle, del cual nacen siete vías transversales sin salida. Situada al límite del polo comercial metropolitano de la TF-2, esta zona urbana ocupa casi 3 hectáreas y cuenta con un único punto de entrada y salida.