El proyecto abarcará 22.000 metros cuadrados con el objetivo de reforzar la infraestructura verde y fomentar la adaptación al cambio climático.
La intervención transformará la zona en un espacio de alto valor ecológico, que incluirá vegetación autóctona, senderos, áreas de descanso y contenido divulgativo.
El Corredor Verde, que conecta siete barrios del municipio, está financiado por la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, así como por los fondos NextGenerationEU.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha adjudicado el proyecto de renaturalización de más de 20.000 metros cuadrados en las laderas del barrio de Hoya Andrea, en el Distrito Tamaraceite-San Lorenzo-Tenoya. Esta actuación forma parte del Corredor Verde Tamaraceite-Ciudad Alta, una iniciativa integrada en el Plan Director de Infraestructuras Verde-Azul y Biodiversidad presentado por la alcaldesa, Carolina Darias.
El contrato para la renaturalización de Hoya Andrea ha sido adjudicado a la empresa Hermanos Medina La Herradura, S.L. por un importe de 404.731,49 euros. La intervención, con un plazo de ejecución de cuatro meses a partir de su formalización, permitirá conectar el corredor verde con uno de los núcleos residenciales por los que discurre. Esta intervención fomentará una mayor vinculación de la ciudadanía con su entorno natural, mejorará la calidad del aire y contribuirá a la valorización de la biodiversidad autóctona de la zona.
Con una superficie de actuación de 22.000 metros cuadrados, el proyecto para Hoya Andrea tiene como objetivo fortalecer la infraestructura verde urbana, recuperar la biodiversidad autóctona y fomentar la conexión entre espacios urbanos y naturales para adaptarse al cambio climático.
La zona será transformada en un área de alto valor ecológico, paisajístico y educativo mediante la plantación de cerca de medio millar de árboles y arbustos endémicos y autóctonos. Se recuperarán senderos, se crearán áreas de descanso y se instalarán paneles informativos.
El concejal de Planificación, Desarrollo Urbano y Vivienda, Mauricio Roque, ha destacado que esta actuación forma parte del compromiso municipal con la transformación ecológica de la ciudad, recuperando espacios urbanos para convertirlos en entornos naturales accesibles y sostenibles.
Roque también ha subrayado que esta intervención contribuirá a mejorar la calidad ambiental del entorno, potenciando el paisaje y la biodiversidad local. “Proyectos como este fortalecen el vínculo entre las personas y la naturaleza, y nos ayudan a construir una ciudad más resiliente y adaptada a los retos del cambio climático”, afirmó.
Los trabajos incluirán la retirada de especies vegetales invasoras como el rabo de gato, el tabaco moro, el tartaguero y la pitera, siguiendo los protocolos del Gobierno de Canarias. Estas serán reemplazadas por cerca de medio centenar de árboles y arbustos autóctonos y endémicos, como la tabaiba dulce, el verol, el esparragón, el tajinaste blanco, el guaydil, la salvia canaria, la vinagrera, el drago, el acebuche, el tarajal, la sabina, el lentisco y el pino canario. De esta manera, se crearán condiciones en el barrio para favorecer la recuperación de aves y fauna canaria.
Otra de las actuaciones proyectadas será la rehabilitación de los senderos existentes en las dos laderas mediante pavimentos naturales. Estos caminos contarán con barreras de seguridad y barandillas de madera, y se construirán 125 metros lineales de muretes de piedra vista con material similar al existente para afianzar los desniveles.
Además, se instalarán cinco carteles informativos sobre la biodiversidad de la zona y sus recorridos temáticos, y se crearán áreas de descanso con bancos de madera y papeleras a lo largo de los caminos.
El proyecto, que tiene un plazo de ejecución previsto de cuatro meses, también incluye la colocación de líneas de vida para el posterior mantenimiento de los espacios verdes.
El Corredor Verde Tamaraceite-Ciudad Alta, que impulsará la renaturalización urbana en la capital, cuenta con una financiación de 3,9 millones de euros procedentes del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia del Gobierno de España, a través de la Fundación Biodiversidad del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITEC), y de fondos NextGenerationEU de la Unión Europea. Por su parte, el Ayuntamiento aportará 210.400 euros adicionales.
Otros dos proyectos de los siete que componen el Corredor Verde Tamaraceite-Ciudad Alta se encuentran actualmente en fase de contratación. Uno de ellos es el lagartario de Tamaraceite, que impulsa la conservación y recuperación del lagarto de Gran Canaria en la ciudad, comenzando su proceso a principios de mayo con un presupuesto de 327.102,80 euros.
El otro proyecto en fase de contratación se desarrollará en una parcela de 38.000 metros cuadrados entre los barrios de Siete Palmas y Los Tarahales, y servirá para dar continuidad al actual parque de Juan Pablo II en el lado sur. Esta actuación, que cuenta con una inversión inicial de 691.874,71 euros, contempla la plantación de más de 2.000 árboles y arbustos de especies autóctonas, la creación de nuevos senderos y merenderos, así como la restauración de un estanque existente que contará con varias caídas de agua.
Estas intervenciones, en línea con la Orden TED/2018/2021 y financiadas a través de la convocatoria 2022 de la Fundación Biodiversidad, responden a la necesidad urgente de proteger hábitats naturales frente a amenazas como la expansión urbana desordenada o la presencia de especies invasoras. El Corredor Verde Tamaraceite-Ciudad Alta contempla la renaturalización de un espacio de 459.016 metros cuadrados, con la plantación de más de 10.000 nuevos ejemplares de árboles, palmeras, arbustos y matorral, que mejorarán las condiciones de biodiversidad en el entorno urbano.
El corredor, de 12 kilómetros de longitud, contará con conexiones entre los espacios urbanos y rústicos, donde la naturaleza siempre estará presente. Estos enlaces incluirán la naturalización de aceras y recorridos peatonales en los barrios de Tamaraceite, Hoya Andrea, Los Tarahales, Siete Palmas, Las Torres, El Pilar y Barrio del Atlántico, mediante nuevos alcorques y franjas de plantación, que tendrán una mayor presencia de tierra frente al pavimento actual. Asimismo, contarán con nidos y elementos de guarda y alimentación para la avifauna, así como mobiliario para la divulgación natural y áreas de descanso.
Este proyecto hará de Las Palmas de Gran Canaria una ciudad más resiliente, con el propósito de mitigar los efectos del cambio climático, a través de la creación de nuevas sombras, logrando espacios más agradables que inviten a la ciudadanía a pasear o practicar deporte.