Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- La comunidad de Canarias vuelve a emitir este año deuda pública apta para materializar dotaciones a su Reserva de Inversiones (RIC), concretamente bonos a cinco años al 0,2 % de interés bruto anual por un valor de 100 millones de euros pensando en ayudar a invertir al pequeño ahorrador.
Así lo han subrayado este lunes al presentar esta nueva emisión, que sigue a la promovida en 2024, de 150 millones de euros, y que fue «bien aceptada», el vicepresidente y consejero de Economía del Gobierno canario, Manuel Domínguez (PP), y la consejera de Hacienda, Matilde Asián (PP).
Domínguez ha destacado que esta emisión de deuda pública «es una vía de financiación con alta rentabilidad» para el Gobierno canario, pero también se busca con ella «ayudar a la diversificación económica» y «ayudar al sector para que pueda invertir» en un momento en el que «tenemos cantidades de la RIC remansada», esto es, estabilizada en los 2.000 millones de euros.
«Necesitamos ayudar a que haya inversión. La RIC se puede materializar en distintas inversiones y también en la deuda pública y por eso nosotros emitimos esta deuda vinculada con un beneficio fiscal importante», ha referido.
El titular de Economía ha subrayado que se trata de «una cantidad importante» que redundará en «inversiones particulares de las distintas consejerías», con especial relevancia en la de Sanidad..
Manuel Domínguez ha abundado en la oportunidad que supone esta emisión para el pequeño inversor que, al cierre del año «se ve obligado a materializar esa RIC que dotó en su momento y no tiene hacia dónde enfocar esa inversión», lo que podrá hacer, en bonos de 1.000 euros, en esta deuda pública, cuyas bases regulatorias se publicarán este martes, según ha informado Asián.
La responsable de Hacienda ha recordado que esta legislatura se ha vuelto a emitir riesgo «después de varios años» sin hacerse, algo a lo que se pretende dar continuidad, al considerarla necesaria para hacer una planificación fiscal.
Ha explicado que este trabajo comenzó este año, cuando el Consejo de Ministros acordó el endeudamiento de la comunidad autónoma y con el posterior acuerdo del pasado de 27 de mayo, que autorizó la emisión RIC con unas determinadas características que la Dirección General del Tesoro «ha cumplido».
El periodo de suscripción de estos bonos será del 13 al 19 de noviembre y el 4 de diciembre es cuando se producirá la emisión y el desembolso, de ahí que la fecha del pago del primer cupón será el 4 de diciembre de 2026, ha referido.
Esta emisión es una oferta pública de suscripción, por lo que puede acudir a ella «todas las personas físicas o entidades que hayan dotado la RIC en 2022, 2023, 2024 y este año y quiera. El que no la haya dotado también la puede adquirir, pero dado que la rentabilidad es tan baja, normalmente se acude cuando existe una rentabilidad financiera o fiscal que compense».
Asián ha insistido en que «esto va destinado al pequeño que tiene necesidad de ahorrar y luego invertir hasta el 50 % de su dotación».
A diferencia de «anteriores etapas, cuando «el primero en llegar era el primero en recibir bonos, lo que produjo un acaparamiento», en 2024 a los 150 millones de euros emitidos acudieron 582 millones, por lo que se hizo un prorrateo, de manera que el mínimo fue 100.000 euros», cifra que este año será de 80.000 euros.
«Si se dispone de más fondo, dentro de los 100 millones, se vuelven a repartir y así sucesivamente», con lo que se pretende «proteger al pequeño inversor por un lado y ser equitativos en el reparto, que no sea cuestión de prisas y que el primero que llegue y tenga una inversión enorme acapare toda la materialización», lo que no ocurrió en 2024, ya que el 51 % de las peticiones fueron de personas físicas y la mayor inversión que se otorgó fue de 53.000 euros, ha aseverado.
A juicio de Domínguez, «la RIC no está perdiendo atractivo», si bien admite que en los últimos años su materialización «han sido inversiones poco productivas, especialmente inmovilizado».
«Hemos trabajado intensamente para que se abra ese abanico, indistintamente de que una parte vaya orientada al inmovilizado, que es poco productivo, por lo que queremos orientarla hacia la vivienda pública y privada, por lo que ha sido un paso de gigante la modificación que se ha llevado a cabo» para que así pueda ser, ha apostillado.
Para Domínguez, la estabilización de la dotación de la RIC puede obedecer, en parte, a que en los últimos años esté mermando «la existencia de ese inmovilizado, de ese inmueble en el mercado». EFE
















