Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- La Casa de Colón reivindica desde este miércoles la capacidad y vigencia del grabado para transmitir ideas a través del tiempo, en una muestra de 120 obras de la colección del Cabildo de Gran Canaria, entre las que se incluyen piezas de Rembrandt, Goya, Millares, Massieu o Bordes.
Esta exposición, ‘El original multiplicado. El grabado en la colección del Cabildo de Gran Canaria’, permanecerá abierta hasta el 16 de marzo de 2026, y muestra 120 de los 2.000 grabados que atesora la corporación insular, según han destacado en su presentación sus comisarios, Ramón Gil y Javier Pueyo; la consejera de Cultura, Guacimara Medina, y la directora del museo americanista, Carmen Rodríguez.
Para dar a conocer el legado vinculado a esta manifestación artística, el Cabildo grancanario organizará talleres educativos sobre la «tinta, el sello y el papel», dirigido a colegios, y encuentros con artistas y talleres de iniciación a las múltiples técnicas del grabado, para el público en general, ha informado Rodríguez.
Uno de los comisarios de esta exposición, el conservador de la Casa de Colón Ramón Gil, ha subrayado que el papel «es un soporte capaz de cualquier cosa» cuyo coste «asumible» permite lograr una gran difusión.
De igual forma, ha resaltado las específicas condiciones de conservación que precisan las 2.000 obras sobre papel que posee el Cabildo de Gran Canaria, parte de las cuales se exhibe, en cinco secciones, en esta muestra, que recorre otros tantos siglos de historia: desde las calcografías europeas del siglo XVI, hasta las experimentaciones técnicas y expresivas del siglo XX, vinculadas al concepto de obra gráfica.
Gil ha admitido que ha habido que hacer una «muy dolorosa selección» para confeccionar esta muestra, «que deja fuera cosas interesantes», como la producción del taller de grabado del Cabildo de Gran Canaria, «que merece una exposición aparte».
El otro comisario de la muestra, Javier Pueyo, también conservador de la Casa de Colón, ha ahondado en el descarte de piezas que se ha tenido que llevar a cabo a la hora de dar contenido a las secciones de esta exposición, lo que ha supuesto renunciar a cinco de las catorce piezas de Rembrandt que forman parte de la colección del Cabildo de Gran Canaria, y a buena parte de las 22 de Félix Juan Bordes, si bien sí se ha podido representar, de la mano de Tony Gallardo, el arte político de los setenta.
Las diferentes estancias de la Casa de Colón que albergan estas obras exhiben la evolución de los procedimientos, estilos y discursos o repertorios estéticos plasmados en grabados a lo largo de la historia.
De esta forma, el público podrá conocer en esta muestra diversas técnicas del grabado, como la xilografía, el aguafuerte, aguatinta, punta seca, litografía o serigrafía, y la gran variedad de miradas de la que habla este lenguaje esencial de las artes visuales.
‘Una ciudad en el mar del Atlas», con las cartografías más antiguas de Canarias; ‘Orbis Terrarum’, sobre el cambio que se produjo en el siglo XVI en la comprensión geográfica del globo terráqueo; ‘Efigies de religión, poder, vicio y virtud’, que indaga en la efigie, uno de los formatos más consustanciales del barroco en el siglo XVII; ‘La Humanidad doliente’, una aproximación al quebranto en la condición humana, lo grotesto y lo brutal, y ‘Multiplicaciones del arte de vanguardia’, sobre la obra gráfica del siglo XX, conforman el recorrido que propone esta exposición. EFE
















