Oasis Wildlife Fuerteventura ha vivido un acontecimiento especial esta Semana Santa: el nacimiento de una cebra de Burchell, el primero registrado en el parque desde el año 2020. La llegada de esta cría marca un hito significativo en los esfuerzos del centro por conservar y proteger la biodiversidad, especialmente tras cinco años sin alumbramientos de esta especie.
El nacimiento se produjo de forma natural durante la madrugada del Jueves Santo, siguiendo el comportamiento habitual de las cebras, que tienden a parir de noche como mecanismo evolutivo para evitar la presencia de depredadores. El equipo técnico del parque destacó que “la naturaleza es muy sabia: los partos se dan de madrugada, cuando los depredadores descansan. Las crías caminan desde el primer momento, memorizan el dibujo de su madre y así pueden reconocerla dentro de la manada”.
La madre es Serena, una de las hembras más veteranas de la manada, y el padre es Antonio, un macho reproductor que fue trasladado el año pasado desde el Parque de la Naturaleza de Cabárceno (Cantabria). Esta incorporación se enmarca en el plan de conservación genética que impulsa Oasis Wildlife Fuerteventura para asegurar la diversidad y salud de sus especies.
Con un peso aproximado de 35 kilos, la cría ha permanecido desde sus primeras horas de vida al lado de su madre, amamantándose y explorando su entorno. La escena ha podido ser observada por numerosos visitantes que acudieron al parque durante los días festivos, convirtiéndose en una de las estampas más conmovedoras de la temporada.
La manada de cebras del parque está compuesta por cinco hembras adultas y un macho. El equipo no descarta nuevos alumbramientos esta primavera, ya que en la naturaleza los nacimientos tienden a producirse de forma sincronizada como estrategia de protección grupal.
Este nuevo nacimiento supone un refuerzo al compromiso de Oasis Wildlife con la reproducción responsable, el bienestar animal y la preservación de especies. El recinto donde habita la manada, que recrea la sabana africana, alberga también avestruces, antílopes, burros majoreros y otras especies, convirtiéndose en uno de los hábitats más representativos del parque.