El portavoz de Coalición Canaria (CC) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, David Suárez, ha reclamado al gobierno municipal (PSOE, Podemos y NC) que la ejecución del nuevo carril bici en el Barranquillo Don Zoilo —integrado en la fase 2 del Plan Director de la Bicicleta— se realice garantizando que cada plaza de estacionamiento que se suprima se reponga en el propio entorno, además de habilitar bolsas de aparcamiento como medida de compensación efectiva.
“Defendemos la movilidad sostenible, pero no a costa de expulsar a los vecinos de su propio barrio. Si el proyecto reorganiza la calzada, las paradas de guagua y los pasos ciclistas en Párroco Villar Reina, la obligación del Ayuntamiento es presentar soluciones de aparcamiento concretas y verificables”, ha señalado Suárez, quien se ha mostrado favorable a la implantación de estos carriles, pero no a costa de eliminar el estacionamiento de los residentes.
Suárez ha detallado que el tramo del Barranquillo Don Zoilo conecta la plataforma baja —específicamente Cayetano de Lugo y Pérez del Toro— con Juan XXIII y el propio barranquillo, enlazando con el ascensor hacia la calle Obispo Romo/Zaragoza, en el barrio de Schamann, e incorporando, además, una conexión adicional con el itinerario ciclista del Paseo de Chil.
“El proyecto reconoce que en Párroco Villar Reina se reordenan los carriles para crear un carril bici bidireccional, y se remodelan paradas de guaguas, pasos ciclistas y semáforos. Todo ello puede tensionar aún más el estacionamiento del barrio si el Ayuntamiento no actúa con previsión”, ha advertido Suárez.
Adicionalmente, se contempla una nueva área de estancia y zonas verdes. “Estos cambios pueden tensar el estacionamiento si no se compensan adecuadamente; por eso exigimos un plan de compensación en un radio próximo y una revisión ‘a pie de calle’ con los vecinos antes de la finalización del pavimento”, ha añadido el edil de CC, quien ha recordado que el Ayuntamiento licitó esta actuación el 15 de mayo de 2025, sin que haya trascendido reunión alguna con el vecindario para explicar una iniciativa que tendrá un impacto directo en su día a día.
“Pedimos transparencia total durante la obra: señalización clara, garantías de acceso a los garajes y, sobre todo, precisión sobre cuántas plazas se retiran, dónde y cuándo se reponen”, ha subrayado el edil nacionalista, quien ha incidido en que, por la configuración urbanística del barrio, que data de mediados del siglo XX, apenas hay garajes en las viviendas, de modo que los residentes dependen del aparcamiento en superficie para llegar a sus casas.
“Se trata de familias que llegaron al barrio hace décadas y que, en muchos casos, están cada vez más envejecidas, por lo que requieren aparcamiento cerca de sus domicilios. Con este proyecto, eso puede volverse muy difícil”, ha enfatizado. “Apoyamos la movilidad sostenible y creemos en el crecimiento de la red de carriles bici en nuestra ciudad, pero de forma ordenada y con consenso. Muchos vecinos del Barranquillo se han enterado de este proyecto por la prensa; no se ha tenido el mínimo respeto por contar con su participación. Una vez más, la administración se impone a los vecinos y el resultado de estas formas de hacer política ya lo conocemos”, ha concluido.

















