Los nacionalistas denuncian que el Ayuntamiento perpetúa “soluciones provisionales” durante años, impide el descanso vecinal y añade riesgo para motoristas y ciclistas, mientras presume de un plan hidráulico de 857 millones.
Coalición Canaria (CC) exige a la alcaldesa, Carolina Darias (PSOE), la retirada inmediata de las planchas metálicas ubicadas en calles como Matías Padrón con Aguadulce (Arenales), Olof Palme, Luis Benítez Inglott, Faro y en distintos puntos de Guanarteme. El estruendo que generan estas planchas no deja descansar a los residentes, por lo que demandan un plan urgente para eliminar estos elementos de todas las calles donde llevan años instaladas, en algunos casos.
El portavoz municipal de CC, David Suárez, afirma que una “solución temporal” de seis años “no es más que desidia” y reclama “la retirada inmediata de la chapa de Matías Padrón y la publicación de un listado con la ubicación y fecha de retirada de todas las planchas metálicas que aún permanecen en la ciudad”.
CC recuerda que no es un caso aislado, ya que su formación ha denunciado previamente la proliferación de estos elementos en la vía pública tras reparaciones de la red de agua, en ejes como Juan Manuel Durán y Néstor de la Torre, que generan ruido continuo y suponen un riesgo de caída para motos y bicicletas.
La incoherencia se agrava, señala Suárez, ya que el Gobierno municipal presume de un Plan Estratégico del Ciclo Integral del Agua 2024–2034, encaminado a una inversión de 857 millones de euros para abastecimiento, saneamiento y renovación de redes, aunque no se ha presentado un cronograma público por barrios.
“Anuncian una inversión millonaria para agua y saneamiento, pero los vecinos no pueden abrir las ventanas por el ruido de estas placas de metal. Y lo que es peor, pequeñas actuaciones de reposición, como los lotes 1 y 4 de obras de mejora del saneamiento, han terminado en el juzgado debido a la inactividad municipal en sus obligaciones de pago”, añade Suárez, citando un decreto de esta misma semana.
Esta situación pone de manifiesto un problema estructural, ya que durante años apenas se ha invertido en las infraestructuras que ‘no se ven’ –redes de abastecimiento, saneamiento, imbornales y reposiciones de firme tras obras–, a pesar de que son esenciales para la calidad de vida. Cuando estas inversiones se posponen, se incrementan las averías y “se multiplican las intervenciones de urgencia”.
El caso de Guanarteme es paradigmático, dado que la presión urbanística por nuevos edificios y el aumento de la población han desbordado redes obsoletas, provocando colapsos, malos olores y reposiciones eternas “que se resuelven con chapas en lugar de con actuaciones de renovación planificadas”. CC reclama priorizar barrios tensionados como Guanarteme en el calendario del Plan de Infraestructuras Hidráulicas, “para que el crecimiento no vaya por delante de las infraestructuras básicas”, concluye Suárez.