Ante la decisión anunciada públicamente por el alcalde de Santa Lucía de Tirajana, Francisco García, de renunciar a su militancia en Nueva Canarias-Bloque Canarista (NC-BC) y manifestar su intención de continuar en la Alcaldía, consideramos que esta acción representa un claro ejemplo de traición política. Por ello, desde NC-BC queremos expresar lo siguiente:
1. La salida de Francisco García de la organización es una decisión personal que se ha tomado a espaldas de la asamblea y la ejecutiva de NC-BC de Santa Lucía de Tirajana, las cuales se mantienen comprometidas con los principios, valores, estatutos y decisiones de Nueva Canarias-Bloque Canarista.
2. La continuidad de Francisco García en la Alcaldía, tras haber abandonado la organización por la que fue elegido, supone una ruptura directa con el compromiso adquirido ante la ciudadanía bajo las siglas de NC-BC. Esta acción representa una deslealtad no solo hacia el partido, sino especialmente hacia los votantes que confiaron en nuestro proyecto político en las elecciones municipales.
3. Desde NC-BC reafirmamos nuestro compromiso con una política basada en la coherencia, la ética, la lealtad y el trabajo colectivo. Es inaceptable participar en otros partidos políticos mientras se ostentan cargos obtenidos bajo nuestras siglas. Esto es incompatible con nuestros principios, nuestros estatutos y con el respeto que se debe a la voluntad democrática expresada en las urnas.
4. Tal como se indicó en el comunicado del pasado 30 de marzo de la Secretaría Nacional de Organización, NC-BC convocará próximamente al sagrado o ejecutiva nacional para analizar en profundidad esta y otras situaciones similares, y adoptará las decisiones que correspondan conforme a los estatutos del partido, garantizando la democracia interna y la defensa del proyecto colectivo.
Nueva Canarias-Bloque Canarista continuará trabajando con responsabilidad por la estabilidad institucional y la defensa de los programas comprometidos con la ciudadanía. Además, seguiremos alzando la voz contra la traición y el transfuguismo, un fenómeno que atenta contra la transparencia democrática y que ha sido condenado por la mayoría de las fuerzas políticas en el marco de los pactos antitransfuguismo.