Se trata de un modelo de negocio que se establece con mayor frecuencia en las zonas o barrios más humildes y que tiene un público objetivo joven.
Mar Domínguez, portavoz de Drago Las Palmas de Gran Canaria, afirma: “o las empresas que abren este tipo de negocios se están saltando la legislación o la legislación es insuficiente; lo que es seguro es que esta situación es insostenible”.
Drago Las Palmas de Gran Canaria expresa su preocupación ante la proliferación de casas de apuestas en Canarias, especialmente en el municipio. Un ejemplo claro es el barrio de Tamaraceite, donde sus vecinos y vecinas han lanzado un mensaje de auxilio ante el aumento desmesurado de este tipo de negocios.
El caso de Tamaraceite es especialmente llamativo, ya que cuenta con hasta seis casas de apuestas, a pesar de la nueva normativa canaria sobre juegos de azar. Según Mar Domínguez, “o este tipo de empresas se están saltando la legislación o la legislación es insuficiente; lo que es seguro es que esta situación es insostenible”.
En este sentido, Domínguez señaló que “este tipo de negocios tienen un gran impacto en la salud pública de nuestros vecinos y vecinas, ya que generan problemas de ansiedad, depresión, adicción y otros trastornos psicológicos entre sus usuarios”, y añadió que “resulta aún más preocupante que su público objetivo sean personas jóvenes”.
Asimismo, la portavoz de Drago Las Palmas de Gran Canaria destacó que “otro de los motivos por los que las casas de apuestas ponen el ojo en Canarias y en los barrios más humildes es la precariedad generalizada de nuestra sociedad”, especificando que “un 33,8 % de personas en riesgo de pobreza es el caldo de cultivo perfecto para que estos locales se multipliquen”.
Una cuestión de estadísticas
Según la Dirección General de la Ordenación del Juego (DGOJ), la implantación en el mercado de las casas de apuestas a nivel estatal crece a un ritmo del 30 % anual desde 2012. Por su parte, el periódico El Salto informaba en 2022 que Canarias, Extremadura y Murcia son las comunidades con más casas de apuestas por habitante; en el caso del archipiélago, hay 13,3 salones de juego por cada 100.000 habitantes.
En lo que respecta al juego online, la Fundación Adsis publicó un estudio en 2024 titulado “Estudio Diagnóstico sobre el juego patológico online en población adolescente y joven en Canarias”, en el que se afirma que el 15,9 % de los jóvenes canarios, en la muestra de edad entre 9 y 20 años, reconoce tener problemas con los juegos de azar, específicamente con las apuestas deportivas. Esto se presenta con especial incidencia en jóvenes de entre 13 y 16 años.
Este mismo estudio recoge que el 13,6 % de los jóvenes canarios ha intentado dejar de jugar o apostar sin lograrlo. Además, concluye que en el archipiélago se ha normalizado el juego de azar como hábito de ocio adolescente, facilitando así el acceso a menores.