Existe un consenso entre los vecinos del municipio sobre la pérdida de identidad de las Fiestas de Mayo, causada por su promoción como reclamo turístico. Carmen Peña, portavoz de Drago Tenerife, advierte: «Existe el riesgo de vaciar de contenido la fiesta y de convertir al municipio y a sus habitantes en meros decorados de su propia historia».
Drago Canarias, en Los Realejos, Tenerife, alerta sobre una transformación progresiva de las Fiestas de Mayo, las celebraciones tradicionales del municipio. Estas incluyen fechas tan señaladas como el Día de la Cruz y la Romería. Según muchos residentes de Los Realejos, lo que durante generaciones fue un espacio de encuentro, trabajo comunitario e identidad colectiva, comienza a verse desplazado por una puesta en escena cada vez más orientada hacia el turismo.
El pasado enero, miembros del Equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Los Realejos, pertenecientes al Partido Popular, estuvieron presentes en FITUR para promocionar precisamente estas fiestas como un atractivo turístico. Ante esta situación, Carmen Peña se cuestiona «qué papel juega realmente la comunidad en unas fiestas que se exhiben hacia el exterior». Destaca además que, «en un momento en el que toda Canarias cuestiona el modelo de turismo masivo y sus consecuencias sobre el territorio y la vida cotidiana, es más necesario que nunca reivindicar unas fiestas hechas por y para el pueblo».
Peña enfatiza que «lo importante es recordar y proteger lo que hace verdaderamente especial a nuestras fiestas: la participación sincera del pueblo, el esfuerzo compartido y la emoción colectiva que nace desde dentro, y no desde intereses que buscan convertir tradición en espectáculo». Añade que, «de seguir por esta vía, existe el riesgo de vaciar de contenido la fiesta y de convertir al municipio y a sus habitantes en un decorado de su propia historia». A pesar de que Peña comprende la necesidad de «valorar y compartir nuestra riqueza cultural», recalca que «el crecimiento de esta exposición no debe darse a costa del sentido original de la celebración». Concluye que «las Fiestas de Mayo deben seguir siendo una expresión viva de sus vecinos».