Una familia canaria de cuatro miembros que no resida en Tenerife tendría que desembolsar 128 euros para visitar el barranco de Masca. La prohibición de aparcamiento solo afecta a quienes realizan la excursión por el barranco, mientras que no se regula el acceso de vehículos de alquiler ni se limita a quienes simplemente visitan el pueblo. Carmen Peña, portavoz de Drago Tenerife, expresó: «Es una vergüenza que las políticas de turistificación de los espacios naturales resulten en que los canarios tengamos el acceso a nuestros propios espacios naturales restringido y de pago».
Drago Canarias elaboró un informe, basándose en datos oficiales del Cabildo de Tenerife, para evaluar la presión turística en el caserío y el barranco de Masca, situados en el municipio de Buenavista, Tenerife. El informe revela datos preocupantes, como que solo el 7.1 % de los visitantes del barranco son canarios. Desde octubre de 2021, fecha de los primeros registros, visitaron el barranco 49,963 personas, de las cuales solo 3,545 eran residentes canarios, es decir, un 7.1 %. En lo que va del año, del 1 de enero al 1 de abril de 2025, la proporción es de 615 residentes canarios de un total de 7,822 visitantes, un 7.86 %.
Carmen Peña destacó que «en Masca ocurre lo mismo que en lugares como el Roque Nublo o Anaga, donde los canarios ya no los visitan porque están saturados y pensados para el turismo». Añadió: «No hay mejor prueba que las estadísticas: los canarios y canarias ya no bajamos el barranco de Masca porque, entre otras cosas, nos obligan a pagar en nuestra propia tierra».
Peña explicó: «Aunque los tinerfeños estemos exentos de pagar, la realidad es que todo está tan enfocado al turista que ya no nos apetece visitar el barranco». Señaló que «la peor parte la llevan los residentes canarios de otras islas, quienes deben pagar cuatro euros por la guagua, tres por la entrada y 25 por el barco de vuelta. Para una familia de cuatro personas, eso asciende a 128 euros, una barbaridad total».
Peña continuó: «Nos preocupa especialmente que la vuelta en barco sea de pago y obligatoria, ya que regresar caminando por el barranco está prohibido, lo que es una discriminación muy clasista hacia la población canaria, que se ve obligada a pagar por recorrer sus propios espacios naturales sin poder hacerlo libremente». Peña reafirmó su postura diciendo: «Es una vergüenza que las políticas de turistificación de los espacios naturales nos restrinjan y cobren por acceder a nuestros espacios».
Otra incongruencia, destacó Peña, es «la prohibición de aparcar para las personas que realizan la excursión del barranco, pero no para quienes visitan el pueblo de Masca, que son quienes realmente generan presión en la carretera. Además, no existe ningún tipo de control sobre los vehículos de alquiler».
Finalmente, Peña recordó que el próximo viernes 18 de abril se implementarán nuevas medidas de control por parte del Cabildo de Tenerife, pero consideró que son solo parches a una situación mucho más grave. Concluyó: «Mientras no frenemos el turismo de masas y el uso de coches de alquiler, y sigamos perjudicando al residente canario frente al visitante, la situación permanecerá sin cambios».