El servicio abarca trabajos de desratización, desinsectación y desinfección.
Las intervenciones se extenderán a las redes de alcantarillado, alumbrado y tráfico, además de calles, plazas y espacios públicos municipales, entre otros lugares.
La empresa llevará a cabo dos campañas intensivas contra roedores en primavera y otoño.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha adjudicado el nuevo contrato para el servicio de control de plagas urbanas por un importe de 821.593,02 euros y una duración inicial de dos años, con la posibilidad de prórroga por un máximo de tres anualidades adicionales.
Según explica la concejala de Bienestar Social, Igualdad, Cuidados y Salud, Carmen Luz Vargas, este nuevo contrato garantiza el control efectivo de insectos, arácnidos, roedores y microorganismos mediante tratamientos específicos de desinsectación, desratización y desinfección.
El contrato, adjudicado a la empresa Ezsa Sanidad Ambiental S.L., contempla la prestación de un servicio esencial para el mantenimiento de la salubridad pública, aplicando técnicas específicas para el control de plagas. Estas acciones permitirán, dependiendo de cada caso, la eliminación total de la plaga o el control de su población, manteniéndola por debajo del umbral de tolerancia.
El ámbito de actuación incluye las redes de alcantarillado, alumbrado público y tráfico; las avenidas, calles y plazas municipales; las áreas públicas y solares de titularidad municipal; así como las laderas y barrancos. También abarcará las dependencias municipales (exceptuando los centros educativos públicos e instalaciones deportivas, que cuentan con su propio mantenimiento) y las áreas para perros.
Además de las tareas rutinarias, el servicio deberá intervenir en aquellos espacios que lo requieran a petición de la ciudadanía, la cual podrá comunicar la presencia de plagas a través del teléfono 928 448 745 o del correo electrónico controldeplagas@laspalmasgc.es.
La empresa adjudicataria dispondrá de tres equipos de trabajo, compuestos por seis técnicos especializados en control de plagas, todos con la certificación profesional correspondiente. Asimismo, contará con los recursos materiales necesarios para llevar a cabo los tratamientos con todas las garantías.
En lo que respecta a los productos biocidas, se priorizará el uso de sustancias altamente eficaces y selectivas, con la menor toxicidad posible y bajo impacto ambiental. Se optará por tratamientos localizados y de baja persistencia, recurriendo a productos químicos solamente cuando no sea viable aplicar métodos biológicos o físicos.
El servicio también contempla intervenciones en espacios con una mayor incidencia de plagas, considerados puntos críticos, así como la atención y evaluación de las reclamaciones ciudadanas en las zonas afectadas. Además del control ordinario, la empresa deberá llevar a cabo dos campañas intensivas de lucha contra roedores: una en primavera (abril y mayo) y otra en otoño (octubre y noviembre), utilizando productos con mayor concentración o principios activos alternativos para incrementar su efectividad.