La alcaldesa Carolina Darias ha presentado un nuevo proyecto piloto mediante el cual la ciudad empleará águilas de Harris como método natural y no invasivo para reducir la presencia de palomas en los puntos de mayor concentración.
Esta iniciativa complementa otras acciones municipales de control de palomas, como la instalación de jaulas en ubicaciones estratégicas.
El Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria implementará, durante los próximos seis meses, técnicas de cetrería que permitirán el control poblacional de palomas en las calles y espacios públicos de la ciudad. La alcaldesa, Carolina Darias, junto con la concejala de Salud Pública, Carmen Luz Vargas, ha presentado este nuevo servicio en La Puntilla, donde han estado presentes dos ejemplares de águilas de Harris que realizarán el trabajo, ‘Osiris’ y ‘Ermes’.
Darias ha enfatizado que “se trata de un sistema de control natural, en el que estas águilas de Harris sobrevuelan zonas de la ciudad con alta presencia de palomas, logrando que estas eviten permanecer en esos espacios al detectar la presencia de un depredador”. La alcaldesa ha destacado que esta medida es respetuosa con el entorno y refuerza las acciones que el Ayuntamiento ha impulsado para abordar la proliferación de palomas en distintos barrios.
Además, Darias ha resaltado el trabajo de la Concejalía de Salud Pública a través de otros métodos complementarios. “Para nosotros es fundamental avanzar en el control de palomas, un asunto en el que hemos estado trabajando mediante la instalación de jaulas en puntos estratégicos de la ciudad, especialmente en las azoteas de edificios sensibles, como hospitales y otras instalaciones que requieren una atención especial”, ha indicado.
Asimismo, la alcaldesa ha subrayado que “este Ayuntamiento continúa implementando soluciones innovadoras e iniciativas para mejorar la gestión de especies invasoras en Las Palmas de Gran Canaria”.
Por su parte, la concejala del área de Salud Pública, Carmen Luz Vargas, ha señalado que estas aves “actuarán en espacios abiertos como el litoral de Las Canteras, Alcaravaneras y otros puntos donde su presencia no implica riesgos”. Vargas ha precisado que “la función de estas rapaces es disuasoria; evitan que las palomas permanezcan en el entorno sin causar daños” y ha explicado que “se trata de una experiencia piloto con vocación de continuidad si ofrece los resultados esperados”.
La cetrería, un método de control natural
La cetrería permite aplicar un método disuasorio basado en el comportamiento natural de las palomas ante rapaces entrenadas. Las aves modifican sus desplazamientos y dejan de utilizar como refugio aquellos espacios donde perciben riesgo. La intervención consiste en la suelta controlada de las águilas durante franjas horarias determinadas, lo que lleva a que los bandos identifiquen esas áreas como territorio de un depredador y opten por desplazarse de forma progresiva.
Este tipo de control se utiliza también en aeropuertos, hoteles y explotaciones agrícolas, donde su eficacia se ha demostrado al reducir la presencia de palomas o gaviotas sin recurrir a químicos y con un impacto mínimo en el ecosistema.
En esta fase inicial, los ejemplares de águilas de Harris estarán reconociendo el territorio y adaptándose a los estímulos propios del entorno urbano. Durante los primeros días, las águilas llevarán a cabo vuelos controlados que les permitirán familiarizarse con los ruidos, la presencia de personas y la actividad cotidiana en la ciudad.
















