Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El hombre de 53 años que supuestamente mató a su hija de 27 este domingo en Arona (Tenerife) y trató de acabar con la vida de su expareja, de 47 años, al estrellar el coche en el que viajaban los tres contra un muro, había sido denunciado por malos tratos y tenía orden de alejamiento.
Según ha informado el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, tras guardar un minuto de silencio por las últimas víctimas de violencia machista en España, la expareja del presunto homicida estaba incluida en el sistema de protección VioGén del Ministerio del Interior.
Tanto el agresor, que se encuentra detenido, como la expareja, están fuera de peligro, ha detallado Pestana, quien ha calificado de «gravísimos» los hechos en los que murió la hija del arrestado, fruto de una anterior relación con otra mujer y a la que pudo utilizar para que su exnovia accediera a hablar con él.
En este tipo de situaciones «suele haber engaños previos», ha manifestado.
Pestana ha indicado que la expareja y superviviente del accidente, pese a las heridas que sufrió por el siniestro, estaba consciente y pudo relatar a la Guardia Civil que el hombre provocó el siniestro de forma intencionada para acabar con la vida de los tres.
El detenido pasará a disposición judicial como presunto autor de un homicidio y de tentativa de otro, o de asesinato si se entiende que hubo dolo, ha señalado el delegado.
Además, la expareja ha relatado que cuando les reveló cuáles eran sus intenciones trató de escapar del coche pero no pudo debido a la gran velocidad a la que circulaban, ha apuntado Pestana.
Tanto el presunto autor de los hechos como su hija son de nacionalidad colombiana, y la expareja es vecina de Granadilla de Abona, ha precisado el delegado del Gobierno en Canarias.
El detenido llevaba una pulsera de alarma, pero Pestana ha señalado que desconoce si saltó o no el dispositivo para su detección.
La Guardia Civil investiga los hechos, ha recordado el delegado, que ha mostrado su repulsa a los actos de violencia machista que sufren las mujeres. EFE