Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El Fiscal ha mantenido este jueves su acusación de abuso sexual a una menor contra el padre de Yéremi Vargas, pero ha rebajado de 6 a 4 años y medio la pena de cárcel que interesa para el procesado, en un juicio celebrado en la Audiencia de Las Palmas.
Tras reproducirse en la vista oral la declaración de la menor, las psicólogas que la valoraron han ratificado por videoconferencia que su testimonio «breve, pero contundente, es técnicamente creíble», al tiempo que han considerado que en su relato «no había intención de dañar a nadie».
La defensa de Vargas, sin embargo, defiende que la denunciante es «una señora absolutamente despechada» y ha manifestado que «ser infiel no lo convierte en un agresor sexual», por lo que ha concluido que «condenarle sería, como mínimo, una temeridad», ante el relato «anormalmente escueto de la menor».
En la vista, que ha tenido lugar en la Sección Primera de la Audiencia, la madre de la menor de la que supuestamente abusó el acusado, Juan Francisco Vargas, ha reconocido que mantuvo con él una relación sentimental de once meses en los que convivieron tanto en Vecindario como en la casa de su madre, en La Oliva.
Fue en ese inmueble, donde vivió con Vargas en una habitación que él mismo construyó, cuando, según la denuncia presentada en agosto de 2021 por la madre de la niña, el acusado realizó tocamientos a la menor cuando los tres descansaban en la misma cama en diciembre de 2020, unos hechos que el procesado ha negado.
La madre de la niña ha asegurado que ésta quería al acusado «como un padre», un apego que han confirmado las psicólogas que la valoraron y que entienden que pudo desarrollar en tan solo once meses por las carencias afectivas que tenía, dada la ausencia de una figura paterna en su vida.
Su madre ha explicado al tribunal que se enteró de los abusos que supuestamente infringió Vargas a la niña una semana después de que se cometieran, cuando su hija mayor le llamó para contárselo.
Ha recalcado que la niña, la tercera de sus cinco hijos, no quiso denunciar en ese momento a Juan Francisco, que siempre elogiaba su físico, por vergüenza a que la señalaran en el instituto y por miedo a que él le hiciera algo, si bien las dos «reaccionaron» el 31 de agosto de 2021 cuando se enteraron por televisión de que Vargas había sido acusado de abusar sexualmente de su hija.
Fue entonces cuando tuvieron valor para pedir que se hiciera justicia, ha dicho, al tiempo que ha subrayado que desde el primer momento creyó a la niña.
Una testigo, hermana del acusado, ha recordado que, tras conocer los hechos, «que no se creyó», según le dijo en un mensaje de teléfono, la denunciante se trasladó a Gran Canaria y comenzó a vivir con Juan Francisco Vargas, con quien tenía intención de casarse.
El procesado ha asegurado que siempre mantuvo una relación correcta con la menor y ha negado que la niña durmiera con ellos habitualmente y ha explicado que decidió dejar de vivir con su madre en Fuerteventura porque el padrastro de ésta «le trataba como a un esclavo», al exigirle que hiciera labores de construcción en la finca.
«He sufrido bastante porque he dado mucho y no me han valorado. El 5 de diciembre regresé a Gran Canaria, donde me rehabilitaba» tras sufrir un accidente laboral por el que perdió el empleo que tenía en la cocina de un hotel, y la madre de la niña vino en enero para casarse conmigo», ha referido el acusado.
Vargas ha alegado que la denuncia contra él es consecuencia de un «complot» urdido por la familia de su expareja, que no quería que ella viviera con él en Gran Canaria, al tiempo que ha recalcado que en abril de 2021, cuando él «compartía vivienda con otra mujer», la denunciante le aseguró en un mensaje de teléfono «que se moriría enamorada de él».
El juicio ha quedado visto para sentencia y el fiscal se ha ratificado en pedir para el procesado una orden de alejamiento de la víctima de ocho años y cinco años de libertad vigilada posterior a los 4 años y medio de cárcel que interesa para él, además de una indemnización de 3.000 euros en concepto de responsabilidad civil. EFE