Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El presidente de ALSA, Jorge Cosmen, ha celebrado la llegada de la compañía a Canarias, un destino al que alabado por su gestión de la movilidad en el turismo, que sigue un modelo que quieren «aprender» y «replicar» en otras comunidades de España.
Como ha detallado en su intervención en el foro organizado en Las Palmas de Gran Canaria por la Asociación para el Progreso de la Dirección, ALSA prevé crear 1.600 puestos de trabajo con una flota de casi 800 vehículos.
Cosmen ha reconocido que ALSA tiene «interés» en Canarias desde «hace mucho tiempo», algo a lo que responde la reciente compra del Grupo 1844 (Canary Bus), con la que entra en el archipiélago.
A su juicio, el turismo en las islas funciona como «una cadena de servicios en la que la movilidad es fundamental» y que ha podido «consolidarse, aguantar, sostenerse y mejorar» por más de 30 años.
«Hemos venido a Canarias a aprender y a colaborar con las administraciones, con los colegas del sector y operadores» para así «crear un campo de juego óptimo para la sociedad y para una empresa sostenible socialmente, financieramente y económicamente» a través de «un modelo de movilidad turística que es exportable», ha indicado.
La decisión de entrar en Canarias ha sido «premeditada y estudiada» dentro de la estrategia de «crecer como organización y por producto» y dentro de un modelo que tiene «un nivel de interacción altísimo» tanto en «un turismo de volumen que sigue siendo importante como en segmentos centrados en la calidad y el valor», ha precisado.
El presidente de ALSA ha advertido de que en Canarias, al igual que en otros destinos, será necesario un «gran pacto sobre el modelo de territorio para organizar la movilidad», en un futuro en el que ha confesado que le preocupa la congestión.
Los efectos de los atascos sobre un destino turístico
«Me da miedo la congestión de tráfico, porque mata los destinos turísticos y las ciudades», como ya ha ocurrido en ciudades de China, ya que «si coge fama de estar atascado y no se pueden predecir los tiempos, nadie los elegirá», puesto «nadie coge vacaciones para pasarlas en un atasco», ha remarcado.
En esta línea, ha apelado a la colaboración de la sociedad, las empresas, sindicatos y representantes públicos para «llegar a un acuerdo que es irrenunciable para el futuro de Canarias», que debe «planificarse de acuerdo a su visión de territorio».
De cara al futuro, ha mencionado entre los retos a abordar «la integración con la tecnología, que está jugando un papel importante» al igual que la comunicación con el cliente y el análisis de las «piscinas de valor» en el turismo diferenciado y de calidad.
Para el portavoz de esta empresa familiar de origen asturiano, «escuchar al cliente» será «fundamental» para el futuro de la movilidad, para poder afrontar el reto de «atraer talento» y «ser atractivos».
ALSA trabaja actualmente «rompiéndose la cabeza para localizar nuevos servicios o productos que aporten valor», en una tarea en la que la digitalización, el o la conocimiento labor comercial con el cliente final marca el negocio.
Sobre el éxito de ALSA y el modelo a implantar en Canarias, ha recordado que la empresa familiar está integrada por «personas y valores» y son estos los que hacen que un negocio «perviva a lo largo del tiempo, al evolucionar en una cultura empresarial».
Entre los valores que considera irrenunciables, ha destacado la «honradez, humanidad, humildad y el humor», porque «hay que tener sentido del humor y mentalidad optimista» al igual que «aprender de los errores» porque «el día que creamos que lo sabemos todos, estaremos muertos».
Ha señalado la importancia de la tecnología y de saber captar talento, que es «el reto fundamental de una empresa ahora y en el futuro», así como la transparencia y la transformación.
«Hay que volver a los valores de siempre pero haciéndolos evolucionar», ha señalado.
A nivel general, también ha subrayado el trabajo de ALSA en la internacionalización y la diversificación «como única manera de crecer a futuro» con «hambre de mejorar» y de la mano del cliente. EFE
