La nueva normativa refuerza el compromiso municipal con la higiene urbana y contempla un aumento en las sanciones para fomentar una gestión más responsable de los residuos, así como para mejorar la calidad del entorno urbano.
El nuevo reglamento será presentado al Pleno municipal para su aprobación definitiva y posterior publicación en el Boletín Oficial de la Provincia. La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria ha aprobado el proyecto de la Ordenanza de Higiene Urbana, que regula la limpieza de los espacios públicos y la gestión de residuos de competencia municipal. Este texto afianza el compromiso del Consistorio con la sostenibilidad, la salud pública y la mejora del entorno urbano.
Impulsada por el Área de Limpieza, la nueva normativa regula de forma integral las conductas y obligaciones relacionadas con el mantenimiento de la limpieza en los espacios públicos, así como con la gestión de los residuos domésticos y comerciales no peligrosos. La ordenanza adapta el marco normativo local a la legislación europea, estatal y autonómica vigente, cumpliendo con la Ley 7/2022 de Residuos y Suelos Contaminados para una Economía Circular, y con el Plan Integral de Residuos de Canarias 2021-2027.
El concejal de Limpieza, Héctor Alemán, ha destacado que la aprobación de esta ordenanza “es un paso decisivo para avanzar hacia una ciudad más limpia, cuidada y sostenible. Contamos con una herramienta moderna que nos permite mejorar la gestión de los residuos, reforzar la convivencia y fomentar una mayor implicación ciudadana en el cuidado del entorno común”.
La Ordenanza de Higiene Urbana se concibe como un instrumento destinado a mejorar la calidad de vida en la ciudad, creando condiciones óptimas que promuevan nuevos hábitos relacionados con el respeto a los espacios públicos y la correcta gestión de los residuos. Define la higiene urbana como el conjunto de medios y acciones destinadas a evaluar, controlar, prevenir y mejorar el estado general de la ciudad y sus barrios, en la medida en que dicho estado afecta el bienestar de las personas y el equilibrio ambiental.
El texto aprobado se estructura en cuatro títulos, dos disposiciones adicionales, dos disposiciones transitorias, una disposición derogatoria y una disposición final. El primer título contiene disposiciones generales e incorpora, entre otros aspectos, la responsabilidad del Ayuntamiento en la recogida de determinados residuos comerciales no peligrosos.
El segundo título aborda las regulaciones relativas a la limpieza de los espacios públicos y establece prohibiciones y deberes cívicos dirigidos a la ciudadanía y a las actividades económicas, orientados al cuidado y ornato del entorno urbano y natural.
El tercer título trata la gestión de los residuos de competencia municipal, definiendo las obligaciones de los productores y las condiciones de uso de los servicios municipales de recogida, bajo el principio de separación en origen para favorecer el reciclaje y la valorización.
Finalmente, el cuarto título concreta las facultades municipales en materia de inspección y sanción, tanto en la gestión de residuos como en la limpieza viaria.
El régimen sancionador contempla infracciones leves, graves y muy graves, con sanciones que pueden alcanzar hasta 3,5 millones de euros en los casos más severos, como los vertidos incontrolados que afectan a la salud pública o al medio ambiente.
Héctor Alemán ha subrayado que “la higiene urbana es una responsabilidad compartida, y esta ordenanza refuerza el papel de la ciudadanía en el mantenimiento de una ciudad más habitable, moderna y respetuosa con su entorno”.
Tras su aprobación por la Junta de Gobierno, la ordenanza será elevada al Pleno municipal para su aprobación definitiva y posterior publicación en el Boletín Oficial de la Provincia.

















