El concejal de Seguridad, Convivencia y Cultura, Josué Íñiguez, ha presentado recientemente dos nuevos etilómetros de última generación para los controles de alcoholemia en las vías de la ciudad, con el objetivo de contribuir a la seguridad vial y reducir la siniestralidad.
Estos alcotests cuentan con tecnología electroquímica que permite obtener resultados rápidos y fiables. Además, disponen de pequeñas impresoras con conexión inalámbrica y un diseño ergonómico que mejora la higiene para los agentes.
Durante los últimos dos años, los delitos por conducir bajo los efectos del alcohol o las drogas han disminuido en un 22% en la ciudad, lo que destaca la eficacia de estos dispositivos.
Íñiguez presentó estos nuevos equipos durante un control real llevado a cabo por la Unidad de Tráfico y Atestados en el barrio de Las Torres. En sus declaraciones, afirmó: “Seguimos dotando a nuestros cuerpos de seguridad y emergencias de más medios y personal para que Las Palmas de Gran Canaria continúe siendo una ciudad referente en seguridad. La incorporación de estas nuevas herramientas para la Policía Local es fundamental para seguir realizando la tarea preventiva que representan los dispositivos de control de alcoholemia.”
El concejal subrayó la importancia de la inversión en la Policía Local y en sus herramientas para mejorar su labor. “En este caso, la Unidad de Tráfico y Atestados se beneficiará de estos nuevos etilómetros, contribuyendo a una mayor seguridad para peatones y conductores y reduciendo la peligrosidad de los accidentes”, agregó.
La Unidad de Tráfico y Atestados lleva a cabo cientos de pruebas de alcoholemia a lo largo del año, no solo en controles rutinarios en las calles, sino también participando en las campañas organizadas por la Dirección General de Tráfico (DGT) a nivel nacional. Entre 2022 y 2024, los delitos por positivos en consumo de alcohol o drogas en los controles realizados por esta unidad se han reducido en un 22,8%, contabilizando un total de 190 casos el año pasado.
Los nuevos dispositivos adquiridos son del modelo alcotest 7510 de la marca Dräger. Estos etilómetros, junto a los ya existentes, se utilizan para corregir infracciones penales y administrativas por ingesta de alcohol en la conducción de vehículos dentro del término municipal. Están equipados con tecnología avanzada, incluyendo un sensor electroquímico que ofrece respuestas rápidas, precisas y estables.
El diseño ergonómico de los dispositivos facilita su manejo por parte de los agentes de la Policía Local. Además, cuentan con una boquilla lateral que garantiza la máxima higiene, lo que los convierte en una herramienta eficaz y segura para prevenir y reprimir la conducción bajo los efectos del alcohol, contribuyendo así a la seguridad vial.
Controles de velocidad
La adquisición de los nuevos etilómetros se suma al contrato de mantenimiento y verificación de los cinemómetros que utiliza la Policía Local para el control de la velocidad de los vehículos. Este servicio ha sido recientemente adjudicado a la empresa Tradesegur por un importe de 68.328 euros y tiene una duración de cuatro años.
Además, se ha incrementado la dotación de equipamiento para los gimnasios del cuerpo de seguridad municipal, gracias a una subvención de 41.142 euros procedente del Instituto Insular de Deportes de Gran Canaria.
Método de uso de los etilómetros
Para realizar una prueba, el agente activa el botón de encendido y, tras seis segundos, el equipo estará operativo. Con un display de solo tres botones, el operador seleccionará la configuración deseada, facilitando así su trabajo.
Una vez configurado, el agente invitará al conductor a soplar de manera continua en la boquilla, asegurándose de que el caudal de aire sea suficiente. A continuación, el aparato mostrará el resultado, que podrá ser consultado en el propio equipo o a través de una tira impresa, gracias a la pequeña impresora portátil con conexión infrarroja.
Si el resultado es de 0,00 miligramos por litro de aire espirado, se entenderá que el conductor no ha ingerido alcohol y puede seguir conduciendo de manera segura. En general, conducir con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0,25 miligramos por litro, o superior a 0,15 miligramos en determinados conductores, se considerará una infracción administrativa, con sanciones que oscilan entre 500 y 1.000 euros, además de la pérdida de 4 a 6 puntos del permiso de conducir.
En el ámbito penal, se levantará un atestado policial por un posible delito contra la seguridad vial en caso de que el conductor esté bajo la influencia de alcohol o si su tasa de alcohol supera los 0,60 mg/L en aire espirado. Las penas pueden incluir de tres a seis meses de prisión, multas de seis a doce meses, o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días, además de la privación del derecho a conducir vehículos a motor y ciclomotores por un período de uno a cuatro años.
Es importante recordar que, en el caso de los conductores menores de edad, la normativa administrativa establece que no pueden circular por las vías con una tasa de alcohol en aire espirado superior a 0 miligramos por litro.