No fueron capaces de localizar al dueño, algo que en ATAN logramos en solo una mañana. Sin embargo, ya era tarde. Decidimos confiar en instituciones manejadas por personas insensibles, incultas y ambientalmente analfabetas respecto al patrimonio canario; personas más preocupadas por su imagen que por solucionar problemas reales. Aquella mañana de llamadas tensas y dolorosas, para lo que parecía imposible, nos dejó una clara radiografía de la insensibilidad y de la incompetencia más absoluta: mientras llorábamos por el drago, el director de Alcaldía, Óscar Olave, nos acusaba de estar en connivencia con otros partidos y de que esto era un acto político en lugar de un esfuerzo por salvar el drago. No nos sorprende que alguien que en una reunión admitió no saber dónde está el Roque de las Ánimas tampoco comprenda la independencia de ATAN durante sus casi sesenta años de historia. Además, quedó claro que no conocía el «Principio de Precaución» de la normativa española, que hubiera permitido actuar inmediatamente para detener la tala.
Esta pequeña, pero icónica lucha, nos revela una verdad: son los mismos, ya sean corruptos, incompetentes, ambientalmente analfabetos o insensibles, quienes permiten desmanes como el de Cuna del Alma o la construcción del hotel de La Tejita. Son los mismos que celebran por conseguir presupuesto para ampliar los aeropuertos. El drago de la calle Mazurca nos ha enseñado en apenas unos días que nuestros gobernantes ecocidas no nos salvarán de nada. Son tan obtusos que no se perciben en peligro ellos mismos. ¿Cómo les explicamos que compartimos un mismo planeta? ¿Cómo hacemos que entiendan que cada acción que nos lleva más al abismo climático también los afecta a ellos, a sus familias y amigos?
En ATAN somos incansables defensores de la lucha legal, la educación y la acción mediática, pero nos estamos dando cuenta de que la gravedad de la situación solo nos deja una vía para que nos entiendan, o para que el bien común prevalezca si no lo comprenden: la resistencia civil y la defensa activa de la isla.
**Cronología de la incompetencia**
La semana pasada, ATAN recibió la alerta de una vecina sobre la inminente tala de un drago en la calle Mazurca 9. Los operarios de jardinería advirtieron que el drago sería talado en los próximos días. Al final de la semana, publicamos la noticia y emitimos un comunicado de prensa instando al Ayuntamiento de La Laguna a tomar medidas para evitarlo. La respuesta del Ayuntamiento fue eludir responsabilidades al afirmar que, al ser una parcela privada, no tenían competencia para actuar. Es responsabilidad de las instituciones que un ejemplar así no cuente con protección del Ayuntamiento ni del Cabildo.
Durante el fin de semana, acudimos a la zona con expertos para medir el drago, que resultó tener 13,50 m de altura y 16,00 m de ancho en su copa, siendo el segundo más grande de La Laguna y uno de los diez más grandes de Tenerife. Ante la inacción institucional, lanzamos una publicación para intentar localizar al propietario y ofrecerle alternativas a la tala. Esto era algo que el Ayuntamiento pudo haber hecho desde el principio, ya que tenía los datos de contacto de la empresa propietaria. En lugar de eso, nos invitaron a una reunión, a la que asistimos con tres expertos en dragos, dos de ellos miembros del Comité Técnico de Conservación del Drago de Icod.
En la reunión, presentamos sólidos argumentos para promover la protección del drago, junto con leyes que permiten la suspensión cautelar de la tala para negociar alternativas, como la compra o permuta total o parcial de la parcela. El Ayuntamiento alegó no contar con medios legales para actuar, lo cual es totalmente falso. Propusieron el trasplante, pero al mismo tiempo afirmaron que no tenían herramientas legales para proteger el ejemplar, pues hacerlo sería un acto de prevaricación. Los técnicos municipales, ingenieros agrónomos, aseguraron que el árbol no tenía características que justificaran su protección y que «solo» tenía 70 años, como si esto le restara valor. Evidentemente, dado su tamaño, estábamos ante un ejemplar excepcional.
El Ayuntamiento aceptó nuestra propuesta de contactar al propietario para detener la tala y explorar alternativas. Antes de terminar, insistimos en la importancia de actuar de inmediato, ya que el tiempo corría en nuestra contra.
A la mañana siguiente, recibimos la noticia de que el drago estaba siendo talado. El Ayuntamiento no quiso implementar ninguna medida de protección cautelar ni se puso en contacto con la empresa propietaria para negociar. Contactar no suponía un problema, ya que nosotros lo logramos al primer intento. Este hecho, junto con la rapidez de los acontecimientos, nos lleva a creer que sí hubo contacto por parte del Ayuntamiento, pero no para negociar…
Al revisar la historia familiar de los promotores de este atentado, descubrimos que pertenecen a una familia con una larga «tradición» política en el sur de la isla. Todo indica que en la reunión no había una intención real de proteger el drago; ellos pudieron haber actuado antes de contactarnos. La intención era excusar su incapacidad para salvar el drago. La reunión demostró que el drago no les importa; solo les preocupa su imagen y los votos que puedan perder por este acontecimiento.

















