Hoy, 25 de abril, se celebra el Día Europeo de esta enfermedad hereditaria con elevado infradiagnóstico debido a su baja sospecha clínica
El HUC y el Hospital La Candelaria cuentan con una consulta específica en los servicios de Neumología para atender a pacientes y familiares
Hoy viernes, 25 de abril, se celebra el Día Europeo del Déficit de Alfa1, uno de los trastornos genéticos potencialmente más frecuentes en la raza caucásica aunque aún poco reconocido. Con este día, se pretende concienciar sobre la importancia de diagnosticar, tratar e investigar acerca de este déficit, en el marco de las enfermedades raras.
Por este motivo, los servicios de Neumología del Complejo Hospitalario Universitario de Canarias (HUC) y el Hospital Universitario Nuestra Señora de Candelaria, adscritos a la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias, se unen a esta celebración informando sobre esta patología. Se trata del enfisema pulmonar/EPOC secundaria al déficit de alfa1 antitripsina, una enfermedad hereditaria con un elevado infradiagnóstico debido a su baja sospecha clínica.
El alfa1 antitripsina es una proteína que se produce en el hígado, se transporta en la sangre y se dirige al pulmón, siendo su principal función la de proteger a éste de la destrucción por las infecciones respiratorias y nuestras propias defensas o de agentes externos como el tabaco. Su déficit está causado por una o dos mutaciones en el gen SERPINA1, localizado en el cromosoma 14, independientemente del sexo del sujeto, lo que conduce a una reducción de los niveles de proteína tanto en sangre como en tejido pulmonar desprotegiendo a este último.
Ambos hospitales cuentan con una consulta monográfica específica para atender a los pacientes con esta alteración genética así como a sus familiares. Actualmente están recibiendo tratamiento un total de 52 pacientes, 25 en el HUC y 27 en el Hospital La Candelaria.
La identificación temprana de esta alteración genética permite adoptar medidas que permitan cambiar el rumbo de su evolución, fundamentalmente el abandono del hábito tabáquico, con seguimientos rutinarios del estado pulmonar y hepático. Se espera que en los próximos años se disponga de prometedores tratamientos farmacológicos, actualmente sólo existe un único tratamiento específico para los pacientes con EPOC/enfisema pulmonar y con déficit que consiste en reponer la proteína purificada procedente del plasma de los donantes de sangre, tratamiento que se administra de por vida, cada una-dos semanas en los hospitales de día de los centros hospitalarios.
Prevalencia
Se calcula que en nuestro país el déficit grave de alfa1 antitrispina afecta a una de cada 2.500 personas, lo que representaría a un total de 14.500 personas. Otras combinaciones de mutaciones están presentes en uno de cada 300 ciudadanos y la presencia de una única mutación puede aparecer incluso en uno de cada 30 sujetos.
Presentación clínica. Diagnóstico
Destaca su enorme variabilidad en la presentación clínica, desde personas absolutamente asintomáticas, como los detectados dentro del estudio de familiares consanguíneos a partir de un caso índice o por una analítica rutinaria y que nunca desarrollarán ninguna enfermedad, hasta casos que terminan en un trasplante pulmonar o hepático.
Aunque el déficit grave es responsable de aproximadamente el 2% de todos los casos de enfisema pulmonar, existe un elevado infradiagnóstico debido a su bajo índice de sospecha clínica, siendo apenas reconocidos un 10% del total.
En la actualidad, uno de los mayores retos es intentar reducir los casos no diagnosticados. Para ello, las guías clínicas contemplan solicitar a todo paciente con EPOC la determinación de los niveles de la proteína en sangre, en fase estable, cuando el sujeto está en consultas. Igualmente se recomienda esta analítica en aquellos que padecen una enfermedad hepática de causa desconocida. Paralelamente, se solicitará a la Comisión Europea la inclusión del cribado neonatal para el alfa1.
El diagnóstico de esta enfermedad se basa, en una primera aproximación, en la medición en sangre de los niveles de la proteína; una vez se objetivan niveles bajos de la misma. El siguiente paso consiste en realizar un estudio genético que hoy en día es factible con una simple muestra salivar que se realiza en consulta, pudiendo detectar alguna de las catorce mutaciones más frecuentes en nuestro país y otras más raras.
Qué supone esta enfermedad para el paciente
La deficiencia en dicha proteína en sus formas más graves (cuando se heredan simultáneamente mutaciones de padre y madre), predispone al desarrollo de enfisema pulmonar con o sin enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) en edades tempranas, en torno a los 40-50 años, aún sin haber fumado. También está demostrado un mayor riesgo para padecer estas patologías pulmonares con una sola mutación si el individuo es fumador.
La segunda consecuencia, en orden de frecuencia, es el desarrollo de diversos tipos de hepatopatía, incluyendo cirrosis hepática. Por otra parte, no hay que olvidar que puede ser causa de hepatitis neonatal y de insuficiencia hepática aguda grave en la primera etapa de la infancia. De aquí el beneficio del consejo genético y en reconocer el estado de portador o portadora en alguno de los progenitores antes del nacimiento.