El Cabildo de Fuerteventura, a través de su Consejería de Medio Ambiente, ha lanzado un ambicioso proyecto de restauración ambiental para la recuperación de ecosistemas terrestres en dos zonas clave de la Isla: la Estación Biológica de La Oliva y el Monte Público Castillo de Lara, dentro del Parque Rural de Betancuria.
La actuación, que cuenta con financiación europea a través de los fondos NextGeneration y un plazo de ejecución de ocho meses, tiene como objetivo principal la recuperación de flora autóctona, la eliminación de especies invasoras y la creación de infraestructuras destinadas a la conservación de la biodiversidad.
“Desde el Cabildo reafirmamos nuestro compromiso con la conservación del territorio y el patrimonio natural de Fuerteventura”, ha señalado la presidenta insular, Lola García.
El proyecto contempla la instalación de un invernadero multitúnel de 3.224,50 metros cuadrados, una nave de 237,50 metros cuadrados para almacenamiento y control técnico, y un banco de germoplasma de 2.626 metros cuadrados destinado a preservar especies vegetales endémicas de la Isla. Además, se implementará un sistema de riego eficiente, con un depósito de agua de 271 metros cúbicos, y un vallado cinegético para proteger las áreas reforestadas.
“Esta iniciativa nos permitirá avanzar en programas científicos y educativos desde la Estación Biológica de La Oliva, y consolidar infraestructuras clave para la protección del entorno”, explicó el consejero insular de Medio Ambiente, Carlos Rodríguez.
Las acciones también incluyen la recolección de semillas autóctonas, su reproducción en vivero y su posterior reintroducción en el medio natural, además de labores para la restauración de suelos degradados. Todo ello se llevará a cabo cumpliendo con la normativa ambiental vigente en los municipios implicados.
Este proyecto se alinea con las prioridades insulares en materia de sostenibilidad, fortaleciendo la protección del entorno y contribuyendo a una mayor resiliencia de los ecosistemas frente al cambio climático.