Impulsamos de nuevo esta iniciativa en la que 60 personas del sector turístico han plantado 150 árboles en una zona cercana al Área Recreativa Las Calderetas, en Tenerife, afectada por los incendios de 2023.
Desde Turismo de Islas Canarias seguimos trabajando en la recuperación de los espacios naturales y el impulso de un modelo turístico regenerativo, compromisos que se incluyen en nuestro Plan Estratégico Canarias Destino 2025-2027. Entre las iniciativas desarrolladas para lograr estos objetivos, hoy se celebró la II Jornada de Regeneración de Ecosistemas en Tenerife, concretamente en una zona cercana al Área Recreativa Las Calderetas, en El Sauzal, donde se plantaron 150 árboles en colaboración con la Fundación Foresta. Estos ejemplares se suman a los 180 que el año pasado plantaron casi 80 personas en la Finca de Osorio y que contribuyeron a la recuperación de la laurisilva en Gran Canaria.
Acorde con nuestro Plan Estratégico, queremos convertir al turismo en protagonista de la regeneración ambiental del destino, yendo más allá de la conservación y la reducción de emisiones. Nuestra meta es que sea un agente activo en la recuperación de los espacios naturales.
Los beneficios de la plantación
Más de 60 personas, entre la plantilla de la empresa pública, profesionales del sector y estudiantes de turismo, replantaron el Área Recreativa Las Calderetas, que fue afectada por los incendios de 2023 y que fue cedida para esta actividad por el Cabildo de Tenerife.
El Sauzal forma parte de los municipios que albergan superficie dentro del Parque Natural de la Corona Forestal, el mayor Espacio Natural Protegido de Canarias, que se extiende como un cinturón verde que rodea el Parque Nacional del Teide, abarcando grandes masas de pinar y otros ecosistemas de alta montaña. Además, tiene la categoría de Parque Natural y está incluido en la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos.
En la jornada se plantaron 150 árboles de Monteverde, concretamente faya y viñátigo. La faya sirve de barrera verde contra los incendios, se asocia a ambientes muy húmedos y sus hojas ayudan a captar y canalizar esa humedad hacia el suelo, lo cual contribuye al equilibrio hídrico del ecosistema, lo que ayuda a ralentizar el fuego cuando va avanzando sin control.
Los ejemplares, procedentes de viveros de la zona, se convertirán en un futuro en una fuente de producción de oxígeno que contribuirá a mitigar la huella de carbono, recargar los acuíferos, evitar la erosión del suelo y disminuir su temperatura, así como mejorar la calidad del aire.

















