Reclaman la coordinación de esfuerzos entre las áreas municipales para cumplir los compromisos del Pacto de las Alcaldías y el programa «La Laguna: municipio en Transición 2030». Rubens Ascanio, concejal y coportavoz de Unidas Se Puede, defenderá este mes de septiembre una moción en el pleno ordinario. En esta propuesta, se sugiere que el municipio tinerfeño disponga de una red de refugios climáticos, organizada y coordinada desde el Ayuntamiento, en línea con las recomendaciones técnicas de entidades como Greenpeace y la Red de Ciudades por el Clima.
Estos refugios climáticos son espacios que brindan confort térmico a la población local y se caracterizan por ser de uso público, accesibles, con zonas de descanso confortables, disponibilidad de agua gratuita y seguridad adecuada. Las alertas por episodios de altas temperaturas han aumentado, afectando a la población. En este contexto, el edil señala que el informe «Ciudades al rojo vivo: refugios climáticos y desprotección frente al calor extremo en España» de Greenpeace aporta datos preocupantes, como las aproximadamente 1800 muertes en el país este año debido a temperaturas extremas.
Ascanio destaca la urgencia de «proveer al municipio con herramientas para afrontar situaciones que impactan especialmente a familias y personas con menos recursos, quienes no cuentan con medios para adaptar sus viviendas ante estos episodios». Recuerda que existen ayudas locales para adaptar espacios privados en casos de insuficiente renta, pero destaca la necesidad de incluir y desarrollar factores que suponen un riesgo para la salud.
Considera que La Laguna, con los acuerdos y estrategias adoptados en anteriores mandatos, tiene las herramientas necesarias para ser uno de los primeros municipios canarios en establecer formalmente una red de este tipo, que abarque distintos pueblos y barrios. Señala que «utilizando los centros ciudadanos y zonas verdes con mayor sombra como base, podríamos mejorar sustancialmente los entornos urbanos, previniendo daños irreparables en vidas humanas y otros riesgos para el entorno natural».
Desde Unidas Se Puede consideran que en los últimos dos años ha habido un deterioro de las políticas ambientales municipales. Estos no han desarrollado compromisos como las Zonas de Bajas Emisiones, la ampliación de programas de sensibilización, estrategias de custodia del territorio o la consolidación de una reducción de emisiones. En cambio, se han llevado a cabo proyectos de anterior mandato, como la reforestación de San Roque y Mesa Mota, mientras que se han perdido fondos europeos para la instalación de paneles solares y se han ralentizado casi todas las líneas del PACES local.
Esperan lograr un acuerdo que se concrete en el presupuesto de 2026, con acciones claras y una red pionera que mejore el bienestar de miles de personas afectadas por altas temperaturas o por oleadas de aire del Sáhara. «Se debe priorizar la creación de zonas de sombra, puntos de agua pública regulada y espacios de descanso que incluyan centros para mayores, áreas para la infancia e incluso zonas comerciales abiertas, donde podrían instalarse toldos temporales en épocas de mayor calor», concluye.