Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- Un contingente de unos 650 militares españolas, 500 de ellos pertenecientes a la Brigada Canarias XVI, partirá a mediados de mayo en tres rotaciones a la misión de Naciones Unidas en Líbano, con el fin de asegurar la zona de frontera sur del país con Israel tras los ataques que han prácticamente acabado con la milicia Hizbulá.
El general Ricardo Esteban, jefe de la Brigada Canarias XVI y que asumirá la Jefatura de la brigada multinacional del sector este dentro de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (UNIFIL), ha detallado este lunes en una rueda de prensa que esta misión estará conformada por unos 3.500 militares de siete nacionalidades diferentes, siendo el grueso españoles, indonesios, indios y nepalíes.
También habrá siete oficiales y suboficiales de Brasil, unos 90 militares de Serbia y otros 52 de El Salvador.
Esta misión busca dar cumplimiento a la resolución 1701 de las Naciones Unidas, de agosto de 2006, para evitar que se llegue a situaciones que puedan conducir a una escalada de tensión en la frontera sur de Líbano entre este país y su vecino septentrional: Israel.
Precisamente, en los últimos meses y con motivo de la guerra en Gaza, Israel también ha desplegado sus fuerzas armadas en el Líbano para golpear a las milicias de Hizbulá que, según el general, han quedado «reducidas a elementos poco significativos».
Pese a ello, ha insistido, «no cambian los cometidos» de la misión desplegada por la ONU, sino que lo que varía «es el entorno».
«Antes, teníamos una presión muy fuerte de una milicia de Hizbulá que realmente era un estado dentro del Estado y, aunque todavía no ha desaparecido en la zona en que nos encontrábamos, ha quedado reducida a elementos poco significativos. Con lo cual, nos da cierta mayor libertad de acción desde el punto de vista militar», ha explicado el jefe de la Brigada Canarias XVI.
Objetivos de la misión
El principal objetivo de la misión desplegada por las Naciones Unidas en el país tiene que ver con «apoyar a las Fuerzas Armadas libanesas en su despliegue desde el sur del río Litani hasta la llamada línea azul, la ‘blue line’, que está demarcada por barriles azules de la ONU y que es la línea de retirada que se acordó en el año 2000», ha dicho Esteban.
Además de este principal cometido, los militares trabajan de forma coordinada con los gobiernos de Israel y Líbano para apoyar a las fuerzas armadas del segundo país en el despliegue sobre las posiciones que va abandonando el ejército israelí.
Igualmente, se aseguran de que la zona quede libre de personal armado y de material no autorizado expresamente por el Gobierno del Líbano, así como de que haya un flujo del acceso humanitario en toda la zona y que puedan retornar todas las personas desplazadas con la máxima seguridad.

Pero más allá de las misiones militares, las Fuerzas Armadas españolas también desarrollan proyectos «de impacto rápido», es decir, «medidas que de forma puntual alivian la situación de la población de la zona que se ha visto afectada por el conflicto» y que les dotan de «herramientas para su desarrollo futuro en comunidad», en palabras del general.
El que será jefe de la brigada multinacional del sector este dentro de la Unifil ha señalado que, entre estos programas, el que más éxito suele tener entre la población es el Cervantes, que enseña el idioma español a los residentes en la zona sur del país.
Pero además de este, también está el programa Bachiller Carrasco, de ayuda psicológica para niños; el Sancho Panza, sobre gastronomía y cocina española; el Fierabrás, que trata de potenciar la salud del agua en una zona con gran estrés hídrico; el Rocinante, de apoyo a la cabaña ganadera, o el Almazara, para la gestión agrícola sobre todo de cultivos de olivo.
Preparación para la misión
El general Esteban ha indicado, asimismo, que la preparación para la misión, pese al nuevo contexto que hay en la zona, ha sido la misma que en otras ocasiones -esta es la tercera vez que la Brigada Canarias XVI se despliega en Líbano-: un periodo obligatorio de seis meses.
Sobre todo, ha puntualizado, se mentaliza a los mandos a todos los niveles, pero especialmente a los jefes de patrulla «sobre cómo tienen que reaccionar en todo momento para mantener esa neutralidad y mantenerse en una situación que permita la desescalada».
Así, estos 650 militares españoles -un 6 % de ellos mujeres- se desplegarán en Líbano desde mediados de mayo y, presumiblemente, hasta finales de noviembre. EFE