El Cabildo de Fuerteventura ha dado un paso al frente en materia de planificación urbana con una estrategia que pone el foco en la recuperación de viviendas abandonadas y construcciones inacabadas, conocidas popularmente como “cascarones”. Así lo ha anunciado la presidenta insular, Lola García, quien defiende este modelo como una respuesta eficaz y sostenible a la creciente demanda habitacional sin recurrir a una mayor ocupación de suelo.
“Fuerteventura no puede seguir creciendo a costa de su territorio. Tenemos muchos inmuebles en desuso, en suelo urbanizable, que están deteriorándose o a medio hacer, que podrían recuperarse para atender la demanda real de vivienda”, declaró García. En su opinión, el desarrollo urbanístico “debe planificarse pensando en quienes habitan la Isla y no en función de intereses especulativos”.
El Cabildo ya ha solicitado a todos los ayuntamientos majoreros informes detallados sobre la situación jurídica de estos inmuebles, paso previo para realizar un diagnóstico riguroso de su estado. A partir de esta información, se coordinarán acciones con el Gobierno de Canarias para facilitar su recuperación, mediante acuerdos con propietarios, adquisición pública u otras fórmulas legales que permitan devolver estos espacios al uso social.
“Queremos dar una respuesta real a una demanda ciudadana que lleva demasiado tiempo esperando. Estos espacios no pueden seguir siendo símbolo de abandono. Deben transformarse en oportunidades: para viviendas, para equipamientos públicos o para usos que respondan a las necesidades sociales y económicas actuales”, subrayó la presidenta insular.
La iniciativa se enmarca dentro de una política de vivienda centrada en la rehabilitación, el aprovechamiento del suelo ya urbanizado y la protección del entorno, alineada con un modelo territorial que respete las singularidades de Fuerteventura. Además, el Cabildo prestará apoyo técnico a los ayuntamientos para facilitar la elaboración de los informes requeridos y liderará la hoja de ruta que permita reactivar estos espacios.
“El objetivo es claro: responder a las necesidades habitacionales de la población que vive en Fuerteventura, sin fomentar la especulación ni crear un efecto llamada. Apostamos por una isla más habitable, cohesionada y respetuosa con su territorio”, concluyó Lola García.