La Consejería de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias, dirigida por Poli Suárez, está llevando una actuación global en 160 centros educativos del archipiélago para la creación de espacios de sombra que permitan combatir los efectos de calor, con una inversión conjunta de 6.847.998,40 euros.
Esta iniciativa se enmarca en el Plan de adaptación de los centros educativos a las altas temperaturas, y tiene como objetivo dotar a los colegios e institutos de zonas de refugio climático, en respuesta a la creciente necesidad de espacios protegidos frente al calor, una demanda reiterada por parte de las comunidades educativas.
La actuación se encuentra en diferentes fases dependiendo del centro educativo. En algunos casos, las obras ya han finalizado; en otros, están actualmente en marcha y, en el resto, se están dando los primeros pasos para su ejecución. En todos ellos, el propósito es el mismo: mejorar las condiciones de los espacios escolares al aire libre para que sean más seguros, agradables y adaptados al bienestar del alumnado, especialmente ante episodios de altas temperaturas, uno de los objetivos prioritarios de la Dirección General de Infraestructuras y Equipamientos, que coordina Iván G. Carro.
Uno de los ejemplos ya ejecutados es el del CEIP Juan García Pérez, en la localidad de San Isidro, en el municipio tinerfeño de Granadilla de Abona, donde la instalación de las nuevas zonas de sombra ha transformado significativamente el uso del espacio exterior por parte del alumnado, especialmente en los meses de más calor.
En este sentido, el director general, Iván G. Carro, ha destacado que esta actuación “forma parte del compromiso de la Consejería de Educación con una educación segura, saludable y adaptada al contexto actual, priorizando el bienestar del alumnado y anticipándose a las necesidades que el cambio climático plantea para nuestras infraestructuras escolares”.
Esta actuación se enmarca en una estrategia más amplia impulsada por el área que dirige Poli Suárez, orientada a adaptar los centros educativos al contexto climático actual. En esa misma línea se sitúan acciones como el inicio del proyecto en centros de Lanzarote y La Graciosa, fruto de la colaboración con el Cabildo, así como una visita técnica a la provincia de Barcelona, donde se han conocido experiencias innovadoras para transformar los patios escolares en espacios más resilientes frente al calor. Todas estas iniciativas reflejan una visión integral de adaptación climática en el entorno escolar.
Con este conjunto de actuaciones, la Consejería de Educación reafirma su compromiso con una educación pública de calidad, que no solo pone el foco en el aprendizaje, sino también en el cuidado del entorno y la salud del alumnado. La creación de espacios de sombra supone un paso clave hacia entornos escolares más sostenibles, seguros y preparados para afrontar los desafíos climáticos del presente y del futuro.