Las nuevas tarifas serán más justas y equilibradas, basándose en dos conceptos tarifarios: uno fijo, vinculado al caudal permanente del contador, y otro variable, en función del consumo realizado.
El 80% de los hogares, que consumen menos de 20 metros cúbicos bimestrales, mantendrán la tarifa actual, y para 2026 se prevé una subida moderada de alrededor de un euro al mes. El Pleno del Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, en su sesión ordinaria del mes de junio, ha aprobado de forma definitiva la ordenanza reguladora de las prestaciones patrimoniales públicas no tributarias del servicio del Ciclo Integral del Agua en el municipio.
Como explicó el concejal de Presidencia, Hacienda, Modernización y Recursos Humanos, Francisco Hernández Spínola, la norma fue aprobada inicialmente en noviembre. Tras dos períodos de exposición pública—el segundo abierto para analizar las reclamaciones presentadas en el primero—, el texto fue ratificado, luego de no haberse aceptado las tres alegaciones presentadas por la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo, el Cabildo de Gran Canaria y el Hotel Bajamar.
Con esta actualización, se impulsa un marco contributivo más justo, en el que quienes más consumen también asumen un mayor coste, además de crearse un bono social del agua destinado a apoyar a las familias en situación de vulnerabilidad. Este nuevo modelo busca, además, fomentar un consumo más responsable y sostenible.
Entre las principales novedades figura la actualización de las tarifas, que no se revisaban desde 2009. El nuevo esquema tiene en cuenta el incremento del Índice de Precios al Consumo, que ha aumentado un 34% en los últimos 14 años, y responde a la necesidad de sancionar el derroche e incentivar prácticas de uso eficiente del recurso.
Asimismo, se establece una clasificación diferenciada de usuarios: domésticos (habituales y vacacionales), comerciales, hoteleros (hoteles urbanos, emblemáticos y rurales), extrahoteleros (villas, apartamentos, casas emblemáticas, rurales y de alquiler vacacional), industriales, centros oficiales y obras. Para todos ellos se aplicarán dos conceptos tarifarios: uno fijo, vinculado al caudal permanente del contador, y otro variable, en función del consumo realizado.
Con estos cambios introducidos, los hogares con consumos inferiores a 20 metros cúbicos bimestrales—el 80% del total—mantendrán la tarifa actual e incluso podrán beneficiarse de una reducción a partir de 2025. En 2026, se prevé una subida moderada de unos 1€ mensuales.
También se contemplan bloques de consumo para los usos domésticos, con una tarifa progresiva que favorecerá a los hogares con más de cinco miembros, ajustando así el sistema a la realidad de las familias más numerosas.
Por último, se eliminará el pago mínimo por consumo, que hasta ahora obligaba a abonar una cantidad fija independientemente del uso real, avanzando hacia un modelo más justo, transparente y adaptado al consumo efectivo de cada vivienda.
Además, el Pleno ha aprobado una modificación del Plan Estratégico de Subvenciones para 2025 con el objetivo de adaptar la bonificación de la tarifa a la ciudadanía tras la entrada en vigor de la nueva normativa.