Santa Cruz de Tenerife, 27 oct (EFE).- El Cabildo de Tenerife ha cerrado con éxito la campaña de incendios forestales de 2025, desarrollada entre el 2 de junio y el 2 de noviembre, «el mayor despliegue logístico y tecnológico de la historia de la lucha contra incendios en la isla», gracias a un operativo que ha movilizado más de 1.000 profesionales.
La presidenta del Cabildo, Rosa Dávila, y la consejera insular de Medio Natural, Blanca Pérez, han presentado este lunes el balance de la temporada, en la que se registraron un total de 34 conatos de incendios no forestales, que afectaron a una superficie acumulada de 9.761 metros cuadrados, con una media de 300 metros cuadrados cada uno.
Asimismo, se contabilizaron 12 incendios forestales que afectaron a 81,8 hectáreas, casi todas ellas correspondientes al incendio de Los Partidos de Franquis durante la última campaña, en la que las patrullas recorrieron aproximadamente 150.000 kilómetros en labores preventivas y de vigilancia.
El mayor despliegue de medios humanos y materiales
“Este año hemos desplegado el mayor dispositivo de medios humanos y materiales que ha tenido nunca Tenerife para proteger sus montes y a su población”, ha afirmado Dávila, quien ha destacado la coordinación alcanzada entre administraciones tras el gran incendio de 2023, que afectó a casi 15.000 hectáreas y marcó “un antes y un después en la planificación forestal insular”.
La presidenta ha subrayado que el dispositivo de 2025 no solo ha permitido evitar grandes incendios, sino que ha conseguido reducir el tiempo medio de respuesta a menos de 20 minutos, gracias a la incorporación de nueva tecnología y a la mejora en las comunicaciones entre el Puesto de Mando Avanzado y los distintos operativos sobre el terreno.
Por su pare, la consejera de Medio Natural, Blanca Pérez, ha detallado que el éxito de la campaña responde a una estrategia de trabajo anual, que combina prevención, vigilancia y respuesta inmediata.
“Durante los meses de riesgo alto se realizaron más de 300 actuaciones preventivas, incluyendo limpiezas, cortafuegos y mantenimiento de pistas forestales. Se reforzaron también los dispositivos de vigilancia en zonas de interfaz urbano-forestal, que son las más sensibles”, ha explicado.
El Cabildo ha invertido más de 3,5 millones de euros en estas tareas, a los que se suman los recursos aportados por el Gobierno de Canarias y la Delegación del Gobierno, que cofinancian la formación, los simulacros y la adquisición de material técnico.
Un operativo coordinado
La campaña implicó de forma directa a más de un millar de profesionales, entre ellos las Brigadas Forestales (BRIFOR), el Consorcio de Bomberos, la Guardia Civil (Seprona y helicópteros de Tráfico), la Policía Canaria, Medioambiente del Cabildo, UME, Cruz Roja y agrupaciones de Protección Civil.
El teniente general Julio Salom, jefe del Mando de Canarias, ha valorado la “excelente coordinación” alcanzada con el Cabildo y el resto de los organismos civiles:
Por su parte, el coronel Alberto Cherino, coronel jefe accidental de la Brigada “Canarias” XVI, ha destacado que el desarrollo de la Operación Prometeo, ensayo de cooperación civil-militar impulsado este año, ha permitido “consolidar un modelo estable de intervención ante emergencias forestales complejas”.
Tecnología y detección temprana
Los responsables técnicos del operativo, Pedro Martínez y José María Sánchez, han coincidido en que la mejora tecnológica ha sido “decisiva” para anticiparse a los incendios.
El sistema insular de vigilancia cuenta ya con más de 30 cámaras térmicas y ópticas distribuidas en zonas de riesgo, que envían imágenes en tiempo real al Centro de Coordinación Operativa Insular (CECOPIN).
A ello se suma una red de sensores meteorológicos y una plataforma informática que integra los datos de viento, humedad y temperatura para generar mapas dinámicos de riesgo.
“Gracias a esta red de detección temprana, en 2025 solo dos conatos superaron las 10 hectáreas, frente a los siete registrados el año anterior”, precisó ha precisado Martínez.
Lecciones del gran incendio de 2023
La presidenta insular ha recordado que gran parte de los avances logrados este año proceden de las lecciones aprendidas tras el incendio de 2023, que afectó a 12 municipios y movilizó durante semanas a más de 600 efectivos.
“Esa experiencia traumática nos obligó a repensar la forma de gestionar la emergencia. Hoy Tenerife dispone de un sistema más sólido, con un mando único operativo, protocolos claros y capacidad de movilización inmediata”, ha señalado Dávila.
Además, ha destacado que el nivel de concienciación ciudadana ha aumentado, con una reducción significativa de avisos por negligencias y quemas agrícolas no autorizadas.
Aunque la campaña oficial de riesgo alto finaliza en octubre, el Cabildo continuará durante el invierno con labores de reforestación, mantenimiento de pistas, recuperación de áreas degradadas y formación del personal de emergencias.
“Los incendios no se combaten solo en verano”, ha advertido la consejera Blanca Pérez.
“El trabajo que hacemos en los meses fríos es lo que determina el nivel de riesgo cuando llegan las olas de calor. Por eso vamos a mantener activos los equipos y las inversiones en prevención durante todo el año”, ha apostillado.

















