Santa Cruz de Tenerife (EFE).- La Policía Nacional da por desarticulada la conocida como ‘banda de Añaza’, a la que relaciona con el crimen de un joven cuyo cadáver fue entregado en una Comisaría de Tenerife por dos de los doce detenidos hasta la fecha, si bien no se descartan más arrestos, pues la investigación continúa abierta.
Los miembros de esta trama, ocho de los cuales han ingresado en prisión, son investigados por los delitos de asesinato, detención ilegal, lesiones graves y pertenencia a organización criminal.
La Comisaría Provincial de Santa Cruz de Tenerife ha informado este miércoles de la operación, que se remonta a la madrugada del pasado 30 de julio, cuando dos de los investigados, Andrés Moisés (alias ‘Moi el orejas’) y Francisco Jonathan (alias ‘Jonny el gordo’) entregaron el cadáver de Alberto Manuel González Padrón, conocido como ‘Albertito’.
En el mismo vehículo llevaban a otra víctima, conocida como ‘León’, que presentaba graves heridas.
La investigación posterior permitió identificar al presunto autor intelectual del crimen, Aarón V.A., conocido como Aarón ‘el caca’, considerado líder de la ‘banda de Añaza’ -que toma su nombre de un barrio de Santa Cruz-, así como al resto de sus integrantes.
Las detenciones se realizaron en diferentes fases tras meses de trabajo operativo y analítico.
Según las diligencias practicadas, Aarón V.A. podría haber ordenado tender una emboscada a las víctimas como represalia por un presunto «vuelco de droga», es decir, un intento de robo de sustancias estupefacientes entre grupos dedicados a su tráfico.
Para ello, uno de los miembros del grupo contactó con las víctimas para simular una transacción con el fin de atraerlas hasta un punto previamente convenido en una finca situada en Güímar (Tenerife), donde se ejecutaría el plan.
El 1 de agosto de 2025, la Policía Nacional llevó a cabo dos registros domiciliarios.
El primero, en la finca del municipio de Güímar (Lomo de Mena), donde ocho integrantes del grupo habrían participado en la agresión inicial y en el traslado de las víctimas.
El segundo, en un garaje del barrio de Santa María del Mar, lugar donde las víctimas permanecieron retenidas en contra de su voluntad durante más de 24 horas, una de ellas maniatada en todo momento, y donde finalmente Alberto Manuel G.P. falleció a consecuencia de las «brutales» lesiones sufridas, señalan las fuentes policiales.
El 8 de agosto de 2025 se tomó testimonio a la víctima superviviente, ‘León’, ante las «amenazas reales de muerte» que pesaban sobre su persona.
Para garantizar su integridad física, se estableció un dispositivo de seguridad policial específico durante los días previos y durante la realización de dicha diligencia.
La investigación ha permitido acreditar que la ‘banda de Añaza’ estaba integrada por al menos doce miembros, con una estructura jerarquizada en la que cada integrante desempeñaba roles definidos.
El líder de la organización, así como sus subalternos, ordenarían cómo ejecutar las detenciones ilegales y las agresiones, designando los lugares, vehículos a utilizar, participantes, armas y otros detalles.
Mientras, otros componentes se encargarían de la custodia de las víctimas, la limpieza de escenarios del crimen, la ocultación de pruebas y hasta el encubrimiento de los hechos.
Miembros de la ‘banda de Añaza’ llegaron incluso, presuntamente, a ofrecer una alta cantidad de dinero a la víctima superviviente para que no declarara lo sucedido. EFE

















