Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- Cáritas Diocesana de Canarias ha puesto en marcha un nuevo centro para la atención de personas con problemas de adicciones y de sinhogarismo en Las Palmas de Gran Canaria, en el que desarrollará el proyecto ‘Esperanza’, que llevaba a cabo en Agaete, y el programa ‘Alojamientos Alternativos’.
El centro, situado en Lomo Blanco, un barrio que fue creado por Cáritas Diocesana, es además el primero de estas características del que dispone la capital grancanaria para el tratamiento de personas con adicciones, ha destacado la consejera de Política Social del Cabildo, Isabel Mena, quien ha indicado que hasta ahora solo había unidades técnicas de adicciones de salud.
Mena, junto con el director general de Cáritas Diocesana de Canarias, Gonzalo Marrero; el obispo de Canarias, José Mazuelos; el presidente del Cabildo de Gran Canaria, Antonio Morales, y la alcaldesa de la ciudad, Carolina Darias, entre otros cargos públicos, han dado a conocer este nuevo recurso social, cuya construcción, en la primera guardería del barrio, ha sido financiada con 800.000 euros de donaciones y una herencia.
El edificio cuenta con 13 plazas de alojamiento alternativo; 30 plazas para atención diurna, en las que se llevarán a cabo programas en turnos de mañana y tarde, con lo que podrán atender un máximo de 60 personas; y cuatro plazas residenciales de apoyo al tratamiento, ha explicado el director de Cáritas.
Además, está a disposición de los vecinos del barrio para desarrollar actividades diversas, para lo que se ha habilitado un aula en la que podrán organizar cursos de informática o de cocina, y acudir a la capilla, que fue reclamada por la comunidad, ha indicado Marrero.
Los servicios que se prestarán correrán a cargo de las tres administraciones citadas: la Dirección General de Salud Mental y Adicciones del Gobierno de Canarias destina 354.000 euros para financiar el proyecto ‘Esperanza’; el Cabildo aporta 112.500 euros para atender el programa de las personas sin hogar y el Ayuntamiento los alojamientos alternativos, ha explicado Marrero.
El objetivo es lograr que las instituciones, en colaboración con Cáritas, a partir de estos «dos proyectos emblemáticos» que lleva a cabo, puedan ofrecer una oportunidad a estas personas en situación de vulnerabilidad para que se reintegren en la vida de la comunidad, han recalcado tanto el presidente del Cabildo, como la alcaldesa, el obispo, y los distintos responsables de las administraciones que han intervenido.
El director de Cáritas Diocesana ha destacado la importancia de dar continuidad al proyecto ‘Esperanza’ que la ONG ha ofrecido durante 30 años en Agaete, donde ha tratado a personas con adicciones como a sus familiares para abordar su deshabituación desde un modelo de intervención combinada que atiende aspectos biológicos, psicológicos, sociales y laborales.
Este proyecto, además, dispone de un servicio ambulatorio ubicado en la sede de los servicios generales de Cáritas, en el barrio de Escaleritas de la capital, donde prevé asistir a 300 personas a lo largo de este año.

El programa ‘Alojamientos Alternativos’ también emplea una atención integral para que estas personas puedan acceder a una vivienda digna e incorporarse de forma autónoma a la sociedad como ciudadanos de pleno derecho.
Las Palmas de Gran Canaria, Arrecife (Lanzarote) y Puerto del Rosario (Fuerteventura) concentran el mayor número de afectados por el sinhogarismo, ha destacado Marrero, que ha cifrado que este problema es «muy cambiante» en la primera de las tres ciudades, donde lo sufren entre 500 y 600 personas que son atendidas en distintos recursos, si bien más de un centenar viven en la calle, ha recordado Darias.
Marrero ha explicado que el centro de Lomo Blanco está destinado a personas que reúnen condiciones para su recuperación, ya que de aquellas muy deterioradas se ocupan otros proyectos.
De hecho, los programas para los afectados por adicciones, que suelen ser en su mayoría hombres de entre 40 y 50 años, tienen una duración de seis meses, aunque el periodo de recuperación depende de cada caso.
Ha recordado que el barrio de Lomo Blanco fue construido por Cáritas, que creó 1.000 viviendas, una iglesia y una guardería, ya en desuso y a la que se le ha dado esta nueva función de «reconstruir vidas». EFE