Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El presidente canario, Fernando Clavijo, ha dicho este jueves que decretar la contingencia migratoria extraordinaria para las islas, como ha anunciado que hará el Gobierno la ministra Sira Rego, implicará activar los traslados de menores previstos en la reforma de Ley de Extranjería.
Así lo ha manifestado a los periodistas tras guardar, junto a miembros del Ejecutivo regional, un minuto de silencio en memoria de las siete personas fallecidas este miércoles en El Hierro al volcar el cayuco en el que iban un total de 152, 29 de ellas niños, a tan solo unos metros del muelle de La Restinga.
En el primero de los dos días de luto oficial declarados en El Hierro por esta tragedia, Clavijo ha agradecido la «valentía» que, a su juicio, ha tenido la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, quien se encuentra este jueves en esa isla, al anunciar la inminente declaración de contingencia migratoria para Canarias.
«Empezamos a ver al final del túnel», ha dicho Clavijo, quien prevé entrevistarse esta tarde con Rego en Gran Canaria.
El presidente canario ha recalcado que «las leyes están para cumplirse y no pueden seguir ni dejándonos solos ni permitiendo que se vulneren los derechos de los niños y las niñas o que sigan ocurriendo circunstancias dramáticas como la de ayer», ha referido.
Clavijo ha asegurado que esta declaración que ha de hacer el Estado «va a suponer en la práctica que empieza ya a correr el cronómetro para que en un año empiece a salir el exceso de menores que tiene Canarias», comunidad que acoge hoy a más de 5.400 menores, cuando por su tamaño le corresponderían alrededor de 700.
Además, tal y como establece esta Ley de Extranjería, «los niños que sigan llegando a las islas deberán ser reubicados de manera decente, con todos sus derechos y con garantías de integración».
El presidente canario ha dado mucha importancia a esta declaración de contingencia extraordinaria porque, a su entender, implicará distribuir a los miles de menores inmigrantes que tutela Canarias entre el resto de territorios españoles, independientemente de los recursos interpuestos por algunas ante el Tribunal Constitucional.
«La ley es ley, está aprobada y desde que se publicó entró en vigor. Lo que ha habido son tácticas dilatorias para que no se pudiese definir la capacidad ordinaria, que es la que se llevó este miércoles a la conferencia sectorial, y poder activar el mecanismo para poder aplicar en su totalidad las derivaciones que se irán produciendo y que las nuevas llegadas fuesen ubicadas en las comunidades donde hubiese más plazas», ha aseverado.
La integración de los menores que han pedido asilo
Sobre la inclusión en la red nacional de protección internacional de los 1.200 menores extranjeros no acompañados que han pedido asilo tras llegar a España vía Canarias en pateras y cayucos y el protocolo que el Gobierno central ha sugerido a esta comunidad autónoma para cumplir el mandato del Supremo, Clavijo ha asegurado este jueves que «el Estado sigue negándose a integrarlos alegando que no tiene plazas» para ello.
«Si no fuese tan dramática la situación, me parecería cómico que todo un Estado diga que no tiene plazas, cuando en Canarias tenemos 5.600», ha apostillado.
Fernando Clavijo ha añadido que Canarias «no comparte» el protocolo que le ha hecho llegar el Ministerio de Política Territorial sobre la asistencia a estos menores que han pedido asilo y ha recriminado a la Administración central «que lo haya hecho ella sola, sin contar con el archipiélago que los tutela y acoge, en lugar de cumplir lo que le ha pedido el Supremo: que los integre en la red de protección internacional.
«Después ya, Canarias va a colaborar. De hecho, los tenemos aquí. Vamos a analizar caso a caso, no son cajas de manzanas que vayamos a meter en un avión, son niños y niñas que están ya escolarizados, integrados, que han sufrido un desarraigo y lo impensable en esas travesías y no podemos someterlos a un segundo desarraigo», ha dicho.
Clavijo ha añadido que entre esos 1.200 solicitantes de asilo «hay chicos de 16 o 17 años que, a lo mejor, se quieren ir porque tienen redes familiares en la península o en otros sitios», un aspecto que también hay que valorar. EFE