Dotado con dos millones de euros, permitirá a los centros públicos del archipiélago transformar sus patios y entornos en espacios más verdes, sostenibles y habitables
El consejero de Educación, Formación Profesional, Actividad Física y Deportes del Gobierno de Canarias, Poli Suárez, y el director general de Infraestructuras y Equipamientos, Iván González Carro, presentaron este viernes en Santa Cruz de Tenerife el Proyecto de Naturalización de los Centros Educativos de Canarias, una iniciativa pionera en una comunidad autónoma española que busca transformar los patios y entornos escolares de las islas en espacios más verdes, sostenibles y adaptados al cambio climático.
El proyecto, que se integra en el Plan de Adaptación de los Centros Educativos a las Altas Temperaturas impulsado por la Consejería de Educación, está dotado en esta primera fase con dos millones de euros. Su finalidad es promover la creación de entornos educativos más habitables y confortables, con zonas de sombra, vegetación y espacios que fomenten la convivencia y el aprendizaje al aire libre.
Durante su intervención, Poli Suárez calificó el Proyecto de Naturalización de los Centros Educativos de Canarias como “una herramienta para repensar los espacios escolares desde la educación y la sostenibilidad”, con el propósito de que los centros educativos “no solo sean lugares para aprender, sino también para convivir y cuidar del entorno”. El consejero señaló que la iniciativa busca “implicar activamente a toda la comunidad educativa en la transformación de los espacios donde se desarrolla la vida escolar, promoviendo la participación del alumnado, del profesorado y de las familias en el diseño de entornos más saludables y adaptados al clima de las islas”.
Suárez explicó además que la iniciativa se enmarca “dentro de la estrategia del Gobierno de Canarias para hacer frente al cambio climático desde el ámbito educativo” y acompaña a “otras líneas de trabajo con las que queremos proteger a alumnado, profesorado y personal no docente de las temperaturas extremas que, por desgracia, vivimos cada vez más habitualmente”.
En relación con el trabajo que se está realizando desde su departamento para preparar las infraestructuras educativas al nuevo contexto climático, el consejero recalcó que “fuimos la primera comunidad autónoma en poner en marcha un plan integral para adaptar los centros a las altas temperaturas. Este plan para naturalizar espacios es una de las líneas de ese documento. Tan solo trece meses después de su presentación, podemos afirmar que todas las actuaciones previstas en él ya han comenzado”.
Por su parte, Iván González Carro afirmó que el proyecto supone “un gran reto para la Consejería”, al abordar la transformación de los entornos escolares con una mirada sostenible, educativa y ambiental. Explicó que el objetivo es “hacer que los espacios donde crece y aprende el alumnado sean también lugares más naturales y más habitables”.
El director general añadió que el proyecto nace tras un proceso de estudio y análisis previo sobre el comportamiento térmico de los centros educativos de Canarias, y que se inspira en el programa ‘Transformamos los patios’, impulsado por el Ayuntamiento de Barcelona, una referencia que ha permitido diseñar un modelo propio adaptado a la realidad climática y educativa de las islas.
Inscripciones abiertas
El procedimiento para participar en el Plan ya se encuentra abierto en el sitio web de la Consejería de Educación, donde también se ha alojado la Guía para el diseño y ejecución del proyecto Naturalización de Espacios en Centros Educativos de Canarias, que servirá como documento de referencia para la presentación de ideas.
En la convocatoria podrán participar todos los centros educativos públicos de Canarias, que deberán presentar su proyecto de naturalización antes del 14 de noviembre, siguiendo los requisitos establecidos en la resolución alojada en el mismo espacio.
Cada centro podrá diseñar su propio proyecto, ajustándolo a sus características, necesidades y entorno. Las actuaciones podrán incluir la plantación de árboles y especies vegetales permitidas, cuya relación se incluye en la guía, la instalación de fuentes de agua potable, la creación de tagorores o espacios de encuentro, huertos escolares, aulas al aire libre, mobiliario exterior y zonas de sombra.
La convocatoria no establece un importe mínimo, lo que permite la participación de centros de distinta tipología y tamaño. Los criterios de valoración incluirán la zona climática en la que se encuentre el centro educativo según el mapa CLIMCAN de temperaturas, el número de alumnado, la participación en el eje de sostenibilidad de la Consejería y la valoración del proyecto.
El procedimiento tiene un carácter participativo y educativo, y busca fomentar la implicación de las comunidades educativas en la transformación de espacios exteriores de los centros en lugares más habitables, verdes y que contribuyan a generar un mayor confort térmico en los entornos escolares.