El sector marítimo ha demandado financiación, infraestructuras, regulación clara y soporte técnico para afrontar su descarbonización, al tiempo que ha dejado claro que en estos momentos no hay un combustible alternativo único que sea la solución para acabar con los gases de efecto invernadero y que la sostenibilidad tiene un precio. Lo ha hecho en el II Foro Industrial de Innovación del Sector Marítimo, organizado por SOERMAR e Interempresas, que ha reunido en Madrid a dos centenares de representantes de toda la cadena de valor de esta industria y de instituciones y Administraciones públicas.
Los temas centrales del Foro han sido en esta edición, la transformación digital y la sostenibilidad ambiental, objetivos que persigue la nueva Ley de Industria y Autonomía Estratégica, que va a reformar de forma integral la legislación vigente desde 1992 y los desafíos que suponen para este sector.
El evento, guiado por Beatriz Miranda, redactora de la revista Rotación, se ha desarrollado a través de un panel de expertos y dos mesas de trabajo, en los que los ponentes han debatido sobre transformación digital, sostenibilidad ambiental y el establecimiento de bases regulatorias para la descarbonización del sector marítimo.
La inauguración ha corrido a cargo de Benito Núñez Quintanilla, secretario general de Transportes Aéreo y Marítimo del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible, y la clausura la ha realizado Jordi Llinares Sanjuán, director general de Programas Industriales del Ministerio de Industria y Turismo.
Núñez Quintanilla ha subrayado la importancia estratégica del sector marítimo para España, que realiza por mar el 50% de las exportaciones y el 75% de las importaciones. A lo que ha añadido que la innovación debe ser el pilar de la política marítima española –“es la única vía para asegurar la competitividad y sostenibilidad del sector”, ha advertido- en un entorno global competitivo y de cada vez mayores exigencias regulatorias en sostenibilidad. En cuanto al futuro, lo ha ligado al impulso tecnológico y ha apuntado las tres estrategias que lo definirán: estrategia industrial marítima, autonomía estratégica y sostenibilidad.
La primera mesa de debate ha estado dedicada a la eficiencia energética, la sostenibilidad, las energías renovables y los combustibles alternativos. Moderada por Javier Arnau, CEO de Navalia, en ella han intervenido Alejandro Benito, Marine Executive Director in TESYA Group; Juan Sousa, director de la delegación de CT en A Coruña; José Ignacio Cuenca, director general de VULKAN Española S.A, filial del grupo alemán VULKAN; Montserrat Espín, responsable de Máquinas, Electricidad y Seguridad en Bureau Veritas, y Pablo Vivancos, director de Ventas de Rolls-Royce Solutions Ibérica.
Los ponentes han coincidido en que la descarbonización es un camino que no tiene vuelta atrás y en que no existe un único combustible dominante para llevarla a cabo, sino que en el futuro habrá una combinación de soluciones. Han destacado la viabilidad de los biocombustibles -ya disponibles-, han reconocido los desafíos tecnológicos que aún deben afrontar metanol, amoniaco e hidrógeno, y la utilidad de electrificación e hibridación en entornos urbanos o rutas cortas. A lo que han añadido la falta de infraestructuras en los puertos y la necesidad de inversiones públicas. También han reclamado apoyo institucional para la transición energética y una regulación clara. Al mismo tiempo, han reconocido el impulso de los armadores a la transición energética, pese al incremento de costes que supone la implementación de soluciones verdes en el transporte marítimo.
En la segunda mesa se ha debatido sobre digitalización, inteligencia artificial, producción y tecnologías emergentes aplicadas al sector marítimo. Moderados por Juan Luis Sánchez, presidente del Clúster Marítimo de Cantabria y director de Astander, han participado Ricardo Román, CSO de Fracttal, Rodrigo Pérez, Software Engineering Senior Director de Siemens DISW, y Marius Suteu, Head of Emerging Opportunities, OneOcean LR.
Los ponentes han explicado las ventajas del mantenimiento predictivo basado en datos, de la optimización del diseño del casco y la propulsión y de los modelos virtuales para reducir costes y tiempos de construcción. Pero en lo que más han insistido es en la necesidad de la colaboración con todo el entorno empresarial para dar valor añadido y en la estandarización. Han admitido que existen problemas para que la digitalización y la IA lleguen a toda la cadena de valor por los costes que supone. Por ello, han defendido que no es aplicable en todas las empresas de la misma manera y han recomendado empezar con pequeños procesos que permitan apreciar los beneficios de las nuevas tecnologías y el retorno de la inversión. Además, han recordado la necesidad de realizar una inversión constante para seguir evolucionando tecnológicamente. Y, respecto a la transformación de los buques existentes para convertirlos en sostenibles, han considerado que la IA puede ayudar a decidir las soluciones más adecuadas. No obstante, han indicado que, dado que la IA debe ser alimentada con datos, para que funcione estos deben ser limpios y claros. Respecto al futuro, se han mostrado optimistas y han comentado que las innovaciones tecnológicas cada vez se implementan antes en el sector marítimo, que tradicionalmente ha sido más lento en adoptarlas.
El futuro del sector se ha abordado también en la última parte del evento, en el panel de expertos y altos representantes de la industria, que se ha centrado en la descarbonización, las normativas europea y OMI que la regulan, así como en los efectos de estas en los armadores y el papel de los astilleros, además de las iniciativas de apoyo del Ministerio de Industria y Turismo. Eva Novoa, directora general de SOERMAR, ha moderado a Víctor Jiménez, presidente del Consejo de la Organización Marítima Internacional (OMI); Elena Seco, directora general de ANAVE; Joaquín Catalá, subdirector general de Gestión y Ejecución de Programas Industriales, Innovación y Digitalización del Ministerio de Industria y Turismo, y Marcos Freire, presidente de SOERMAR y director general de Freire Shipyard.
Los expertos han coincidido en que la transición energética no es solo un mandato regulatorio, sino una oportunidad estratégica para reforzar la competitividad industrial y tecnológica de la industria marítima y naval española.
Víctor Jiménez ha subrayado lo histórico que es el marco jurídico vinculante a nivel mundial decidido por la OMI en abril, en el que se ha puesto precio a las emisiones de carbono, y ha explicado la hoja de ruta internacional del MEPC-83 para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en el transporte marítimo, destacando el papel del Fondo Net-Zero como instrumento de financiación y apoyo global.
Por su parte, Elena Seco ha explicado cómo afrontan los armadores las normativas medioambientales, poniendo de relieve que están acostumbrados a vivir en la incertidumbre. En este sentido, ha lamentado el exceso regulatorio que soporta el sector, ha reclamado una regulación global y ha alertado sobre el impacto económico que tendrán las nuevas normativas de la OMI y la UE, como el ETS y FuelEU Maritime, que -ha indicado- supondrán un aumento de costes aún no cuantificado y que -ha apuntado- penaliza a las pequeñas y medianas empresas.
Marcos Freire, que ha opinado también que hay un exceso regulatorio, ha puesto el foco en el papel clave que juegan los astilleros como impulsores de innovación tecnológica, facilitando e integrando la misma, y ha señalado que la industria naval española cuenta con capacidades, pero necesita escalar, colaborar y recibir apoyo institucional para competir globalmente. Igualmente, ha constatado que el nuevo marco normativo para la descarbonización va a revolucionar muchos aspectos de la construcción naval y ha defendido la ventaja competitiva de los astilleros españoles en retrofitting. Asimismo, ha apostado por la colaboración de la industria con los centros tecnológicos, las universidades y el sector público.
Por su parte, Joaquín Pérez, en representación del Ministerio de Industria y Turismo, ha resaltado que el apoyo al naval es estratégico y clave. Además, ha detallado las herramientas de apoyo disponibles, que van desde incentivos directos (PERTE, ayudas I+D), financiación blanda (FAIIP, CDTI), coordinación con otras carteras (MITMA, MITECO) hasta la promoción de la colaboración regional y empresarial, y ha reafirmado el compromiso del Gobierno con el fortalecimiento de toda la cadena de valor del sector naval.
Los representantes de armadores y astilleros han reclamado un paquete integral que combine financiación y subvenciones específicas, desarrollo de infraestructuras, regulación clara y estable, soporte técnico para acceder a tecnología avanzada, flexibilidad operativa y apoyo en gestión documental y auditorías para afrontar el reto de descarbonizar el sector marítimo.
Como cierre del panel, Eva Novoa ha destacado la importancia de estos encuentros, cuyo objetivo “es generar conocimiento, impulsar la colaboración entre empresas e instituciones y posicionar a España como referente en la innovación marítima. La sostenibilidad no es una meta, es un camino que debemos recorrer juntos”.
Antes de la clausura del evento por Jordi Llinares Sanjuán, Marcos Freire entregó un reconocimiento a Benito Núñez Quintanilla por su brillante trayectoria profesional, por su actitud y “en agradecimiento a su constante e incansable apoyo al sector naval y marítimo”.
Durante el discurso de clausura, Jordi Linares ha destacado la importancia de estos encuentros para fomentar la innovación y la colaboración en el sector industrial. Al mismo tiempo, ha subrayado la necesidad de apoyar la descarbonización, digitalización y autonomía industrial, que ha considerado pilares clave para la competitividad y sostenibilidad. Y ha remarcado el papel de la Administración pública para corregir fallos de mercado mediante ayudas y programas de financiación, coordinados con otros ministerios. Para concluir, ha animado a las empresas a aprovechar estos recursos y convertir a España en un referente internacional en innovación industrial.