Santa Cruz de Tenerife (EFE).- Las patronales y la mayoría sindical de la hostelería, el ocio y la restauración han suscrito este viernes definitivamente el nuevo convenio provincial de Santa Cruz de Tenerife para los próximos tres años, un acuerdo que garantiza el poder adquisitivo de los trabajadores y con ello la paz social, en un momento de estabilización en el crecimiento del turismo.
En un contexto controvertido a nivel geopolítico, «lo que queremos es que no sea noticia» la conflictividad social en el turismo, la situación va a estar tranquila en los próximos tres años y esa es «la mejor de las noticias», ha celebrado Jorge Marichal, el presidente de la patronal hotelera, Ashotel, tras la firma del convenio.
Javier Fernández, secretario general de Sindicalistas de Base, mayoritario en el sector, felicitó a los trabajadores porque gracias a la movilización y a la huelga en Semana Santa «los empresarios al final han entendido que era necesario este acuerdo».
El convenio suscrito este viernes, que abarca a 76.000 trabajadores, es la plasmación del preacuerdo alcanzado a finales de junio y que puso fin a la convocatoria de nuevas jornadas de huelga previstas para los meses de verano.
Por parte sindical, el acuerdo fue suscrito por Sindicalistas de Base, que cuenta con diez de los quince representantes en la mesa negociadora, y por UGT, con tres representantes, mientras que se ha desmarcado CCOO, con dos representantes.
Se han adherido además los sindicatos Intersindical Canaria y USO Canarias.
El convenio prevé un incremento salarial del 7% desde el 1 de julio y durante el primer año para los 34.000 trabajadores de la hostelería, que será del 3,25% en el segundo y otro tanto en el tercer año, con una cláusula de poder adquisitivo hasta un máximo del 5% en el IPC.
En el caso del sector de restauración y ocio, el incremento salarial será del 9% en total para los 42.000 trabajadores, a razón del 3% anual.
El presidente de Ashotel, Jorge Marichal, ha destacado que tras meses de conflicto laboral era «el momento de la responsabilidad» y de conseguir una estabilidad social pese a la decisión de CCOO de excluirse del acuerdo, un «error» que ha lamentado y que ha atribuido a luchas sindicales y a la necesidad de «marcar una posición».
«El acuerdo nos deja descontentos a todos, por eso es un buen acuerdo», en el que los empresarios «asumimos una subida salarial importante» con la garantía de que «vamos a estar tres años con estabilidad» en el principal sector de la economía canaria, ha explicado.
El acuerdo llega en un momento en el que en el turismo parece que «estamos asistiendo a un aterrizaje leve y que no vamos a seguir creciendo como antes», ha señalado, si bien ha admitido que esta «estabilización» llega con unos números «muy buenos».
El secretario general de Sindicalistas de Base, Javier Fernández, corroboró la satisfacción por este acuerdo que garantiza la paz social, siempre que se cumpla con lo firmado y que los trabajadores no pierdan poder adquisitivo.
El representante de UGT, Francisco Javier González, ha opinado también que el hecho de que ninguna de las partes está plenamente contenta «es indicio de que es un buen acuerdo».
Ignacio Rodríguez, de Intersindical Canaria, ha señalado que su sindicato respalda el acuerdo desde una posición «crítica», porque, aunque es «muy defendible» la parte salarial, hay otros aspectos del convenio que no se han tocado por la urgencia que había para suscribirlo.
Jeremías Piñero, de USO Canarias, ha manifestado que el acuerdo «no ha sido sencillo para ninguna de las dos partes», pero se ha trabajado con responsabilidad y por eso el resultado final es «óptimo». EFE