Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- La Audiencia de Las Palmas ha absuelto a los 14 procesados en el llamado caso Fundescán, tras quince años de instrucción para aclarar si el sindicato UGT hizo o no un uso fraudulento de las subvenciones públicas que recibió del Gobierno de Canarias para cursos de formación entre 2006 y 2009.
En el último día del juicio, el Gobierno de Canarias y las otras dos acusaciones particulares ya habían comunicado al tribunal que retiraban los cargos contra los acusados, tras haber llegado a un acuerdo con UGT por el que el sindicato abonará 430.000 euros a la comunidad autónoma y 232.634 euros a los demás perjudicados.
Sin embargo, la Fiscalía mantuvo su acusación de fraude en el uso de subvenciones públicas, delito que ahora la Audiencia descarta en una sentencia absolutoria que han adelantado La Provincia y el digital Espiral 21 y a la que ha tenido acceso EFE este jueves.
El tribunal reconoce en su sentencia no se «atreve a dar una respuesta» sobre si UGT utilizó las subvenciones que recibió del Servicio Canario de Empleo para fines distintos a los que fueron concedidos, aunque sí afirma que las justificación de los costes asociados a los cursos como gastos de apoyo «no se corresponde con la realidad, por más que tampoco se impute falsedad».
Y añade que, pese a que aprecia prácticas «ilícitas», existe un vacío probatorio por la indeterminación de las fechas para concluir la autoría de los acusados, al tiempo que también señala que la cuantía de la subvención defraudada es una condición objetiva de punibilidad que se cumple en este caso, porque fue superior a los 120.000 euros.
No obstante, los magistrados añaden: «Desconocemos qué redacción del Código Penal se aplica, desconocemos también porqué título se acusa, si como miembros de la Ejecutiva de UGT Canarias o como miembros del Patronato de Fundescan».
Y tampoco sabe el tribunal en «qué momento se entiende cometido el delito, si en el de la concesión de la subvención o en el de su justificación».
Además, recalca que «resulta imposible acreditar la actuación dolosa».
Para los magistrados, sin embargo, «la circunstancia más relevante, la que llama poderosamente la atención, la más grosera y por mucho que el pronunciamiento vaya a ser absolutorio, es la insólita capacidad de UGT para cuantificar las horas del personal de apoyo, al no existir control horario (si se hubieran establecido porcentajes no lo encontraríamos tan discutible)».
Y añade que «todavía resulta más insólita en la convocatoria del año 2009 en la que incluso se fraccionan las horas dedicadas al apoyo; y es aún más insólita cuando este apoyo supera en ocasiones el cómputo anula de la jornada de trabajo o lo hacen trabajadoras en situación de baja laboral; y por fin resulta insólito que esta cuantificación (de una labor de apoyo no se olvide) supere con mucho el importe que consta en las nóminas».
También le llama la atención «la desmesurada» duración del procedimiento, que hubiera permitido la apreciación de las dilaciones indebidas como muy cualificadas.
Los magistrados hacen hincapié en la «relajación» de los controles de la Administración, ya que diez años después se apercibe del posible fraude, por más que en su momento ratificara el cumplimiento de los fines de las distintas subvenciones, «esto es, consideró justificadas el buen fin de las subvenciones».
Apuntan, asimismo, que los hechos examinados en este litigo podrían haberse tramitado como una sanción administrativa.
El tribunal hace hincapié sobre el borrado «intencional» de la contabilidad de Fundescán de los ejercicios 2008 y 2009, a la que según parece solo tenía acceso una persona que no ha sido imputada, y el hecho de que no se vincule a Funcatra (la Fundación Canaria para el Fomento del Trabajo) que realizó el primer control auditoria, un hecho que «esta muy lejos de resultar baladí».
Los absueltos en este procedimiento son Alicia Rodríguez, José Lorenzo López, Manuela Fernández, Miguel Pérez, Jesús Trancho, Andrés Pérez, Antonio de Padua, Juan Raúl Núñez, Carmen Dumpiérrez, José Yanes, Carmen Guadalupe Parrilla, José Antonio Montesdeoca, Dulce María Quintana y Carlos Alberto Ucha. EFE