Yilenia Vega: “Este acto no es solo el traslado de una imagen; es un reencuentro con nuestras raíces, con nuestro paisaje y con nuestra historia. Es un evento único en la Isla; quien lo vive una vez, no deja de volver.”
La tradición volvió a latir con fuerza en San Bartolomé de Tirajana con la celebración de la Bajada de Santiago el Chico, una de las citas más simbólicas, emotivas y singulares del calendario festivo canario. Desde El Pinar hasta el casco histórico de Tunte, la imagen de Santiago el Chico recorrió, a hombros de los participantes, los más de cinco kilómetros que separan ambos enclaves, acompañada por centenares de vecinos, peregrinos y promesantes. Esta manifestación de fe, identidad y comunidad crece cada año.
La jornada comenzó a las 18:30 horas con una eucaristía al aire libre en El Pinar de Santiago, un entorno natural cargado de simbolismo y espiritualidad. Los asistentes se reunieron en torno al Santo antes de iniciar el descenso. Como es tradición, la empresa Global colaboró con el dispositivo de transporte, facilitando guaguas para trasladar a los peregrinos desde la Plaza de Tunte hasta el lugar de la misa y, posteriormente, hasta el punto de salida en la Degollada de Cruz Grande, lo que permitió una participación amplia y organizada.
A lo largo del recorrido, que atraviesa senderos históricos, pinares y antiguas rutas de trashumancia, los caminantes acompañaron la imagen al ritmo pausado de los bastones, con cantos, rezos y silencios compartidos que conferían al acto un carácter casi litúrgico. El sendero se convirtió en un espacio de reencuentro, donde vecinos, familias y visitantes vivieron un camino cargado de emociones y recuerdos. La presencia de personas de todas las edades confirmó el profundo arraigo de esta tradición en el corazón del municipio.
“La Bajada de Santiago el Chico no es solo el traslado de una imagen; es un acto de reencuentro con nuestras raíces, con nuestro paisaje y con nuestra historia”, declaró la concejala de Festejos y Eventos, Yilenia Vega. “Es un evento único en la Isla, por su simbolismo, por su belleza, y por la energía que se respira en cada paso. Quien lo vive una vez, no deja de volver. Tunte se convierte, durante unas horas, en el corazón espiritual de Gran Canaria”, concluyó.
La Bajada, organizada por la Concejalía de Festejos y Eventos del Ayuntamiento de San Bartolomé de Tirajana dentro de los actos en Honor a Santiago de Tunte, contó con el apoyo de la Asociación Cultural de Santa Lucía de Tirajana. El evento concluyó en la plaza de Tunte, donde la emoción del camino dio paso a la celebración popular. A las 22:00 horas, comenzó una nueva edición de TendereTunte, el Gran Baile de Taifas al aire libre, en el que los grupos El Perenquén, El Parralero y Surco animaron la noche con música tradicional canaria. Entre enyesques, bailes y sonrisas, vecinos y visitantes compartieron mesa y vivencias en una de las noches más esperadas de las fiestas.
La Bajada de Santiago el Chico se consolida así como una experiencia única en Canarias, donde religión, tradición, paisaje y cultura popular se entrelazan en una cita imprescindible para quienes buscan vivir la esencia más profunda de los pueblos de medianías. Un acto que no solo honra al santo, sino también a una forma de vida y a una identidad que sigue viva y firme entre barrancos, pinares y veredas.