El Cabildo Insular de Tenerife ha emitido un comunicado en el que celebra la suspensión de una manifestación que se tenía prevista en una zona asfaltada, conocida como La Ruleta, en el área de servicio de los Roques de García, que está en obras de ampliación. También se contemplaba un recorrido hacia la vía de acceso al Parador Nacional. La manifestación se realizaría en silencio y no ocuparía ni un solo centímetro de espacio no asfaltado o urbanizado.
Sin embargo, más allá de las cuestionables declaraciones de la presidenta del Cabildo de Tenerife, esta dirigente sugirió la prohibición del ejercicio de un derecho fundamental, exigiendo una autorización administrativa previa controlada por ella. Ni Meloni ha mostrado tanta inventiva y desfachatez. Esto ocurre en un espacio natural donde, paradójicamente, el cabildo permite diversas actividades que no contribuyen a la conservación del patrimonio natural y cultural del Parque Nacional.
Como ejemplo reciente, el pasado 17 de mayo se llevó a cabo una prueba ciclista denominada «Vuelta al Teide 2025», organizada por el club deportivo 7 Raid y patrocinada por las áreas de turismo y deportes del Cabildo de Tenerife, con más de setecientos participantes. Esta prueba se desarrolló en la carretera que atraviesa el Parque Nacional del Teide y necesitaba el informe previo del Patronato del Parque Nacional del Teide. Tras solicitar información al área de Medio Natural, la Consejera responsable informó que no se pidió autorización a esa Consejería Insular. Sin embargo, indicó que solicitaría la resolución que autoriza la actividad en las carreteras al Servicio Administrativo de Carreteras. Han pasado más de dos semanas y seguimos esperando respuesta tanto del Área de Carreteras del Cabildo como de la Consejera responsable del parque.
Lo que es cierto es que se llevó a cabo, sin el informe del Patronato del Parque Nacional y aparentemente sin conocimiento de la consejería que gestiona este icónico espacio natural, una actividad financiada con fondos públicos del Cabildo dentro del Parque Nacional del Teide.
Este discurso populista de la presidenta del Cabildo de Tenerife contrasta con la evidente realidad del caos y la lamentable gestión del Parque Nacional del Teide, emblema de la isla. El verdadero atentado contra su conservación no es una protesta simbólica, pacífica y totalmente controlada, sino el modelo de gestión impuesto por el Cabildo Insular de Tenerife. Además, se sabe que mantienen «secuestrado» el documento de revisión del PRUG del Parque Nacional del Teide, debido a que el Gobierno de Canarias no ha aceptado ciertos caprichos que quieren incluir, como la ampliación de actividades recreativas y económicas por encima de los criterios de conservación de los valores ambientales. El nuevo PRUG parece atentar contra los intereses de quienes desean mantener el espacio como un parque de atracciones.
En Tenerife, en el Día Mundial del Medio Ambiente, menos en el Parque Nacional del Teide.