Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- El joven británico James Nunan, desaparecido desde que fue visto por última vez el 18 de agosto en Las Palmas de Gran Canaria, pudo caerse al mar desde el mástil del velero con el que navegaba en solitario, que fue hallado a la deriva siete días más tarde a 94 kilómetros de la isla.
La Guardia Civil sigue reuniendo pistas que permitan averiguar qué le pasó a Nunan, de 34 años, como testimonios de personas que lo vieron la noche del 18 de agosto en el paseo de la playa de Las Canteras y de sus familiares, que se desplazaron hace una semana a Gran Canaria, ha informado a EFE fuentes de la investigación.
Además, está pendiente de recibir y analizar los datos de geolocalización de su teléfono móvil, por si pudieran aportar algún indicio relevante para el caso.
James Nunan había contado a sus familiares que tenía la intención de cruzar el Atlántico en solitario, pero los investigadores no creen que, si ese día tomó su velero, fuera para emprender esa travesía.
Más bien piensan que estaba navegando a algún otro puerto cercano de Gran Canaria o de otra isla, porque a bordo del yate casi no había provisiones. No, desde luego, para una travesía transoceánica.
Cuando Salvamento Marítimo recuperó el velero, a bordo estaban su perro y había algunas piezas de ropa tenida.
Los familiares han aportado otro indicio relevante: echan en falta en el equipamiento del velero un chaleco salvavidas y la silla que Nunan utilizaba para subirse al mástil cuando navegaba en solitario.
A falta de más pruebas, los investigadores creen probable que el joven sufriera algún tipo de accidente en el mar: quizás una caída desde el mástil, como sugieren los elementos que faltan a bordo.
No obstante, precisan las fuentes, el caso aún no se da por cerrado y la investigación sigue abierta. EFE