Santa Cruz de Tenerife (EFE).- Una de las principales productoras audiovisuales de Canarias, Volcano Films, se ha quejado este jueves de las dificultades que enfrenta este sector a la hora de tramitar permisos para rodar en ciertas islas y ha denunciado que, con el nuevo Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG) del Teide, el Parque Nacional queda «atrincherado bajo el dominio total de la burocracia».
Así se ha expresado el director ejecutivo de la compañía, Sebastián Álvarez, durante un panel desarrollado en el Canary Islands Internacional Film Market (CIIF Market) que tiene lugar estos días en Santa Cruz de Tenerife.
«Al margen de cuestiones de personal, todo el problema está basado en la regulación. El 90 % de la regulación vigente se hizo sin tener en cuenta nuestro sector porque ni existía entonces. Y no solo muchas de las regulaciones están obsoletas, sino que cuando se actualiza no se aprovecha para arreglarlo, sino para hacerlo peor», ha ahondado en relación al Teide.
A juicio del responsable de Volcano Films, un Parque Nacional que recibe 4,5 millones de visitantes de los que tan solo unos 1.000 desarrollan trabajos audiovisuales, incluyendo reportajes fotográficos y de televisión, no solo cinematográficos, puede permitirse que este sector opere allí.
Y está convencido de ello porque conoce el sector, ha dicho, y sabe que cualquier productora que trabaje en un lugar, esté antropizado o no, «lo deja mejor de lo que estaba».
«Nos queremos hacer fotos vendiendo diversificación económica y gastamos recursos promocionando el destino, pero llega una regulación sin explicación y limita el número de rodajes a una cifra concreta. Han decidido vetar al sector audiovisual», ha insistido Sebastián Álvarez, que ha considerado que no existe voluntad de arreglar la situación en el Teide.
En su opinión, no hay argumentos técnicos para que eso ocurra y se ha quejado de que en algunas administraciones no haya infraestructura o personal para tramitar «una solicitud a la semana».
«Mi carta de los reyes después de 30 años de actividad es que esto mejore, pero creo que va a ir a peor, porque ha sido sistemático. No hay suficiente voluntad ni concienciación. Gastamos recursos en promocionar el destino, pero luego a la demarcación de costas le faltan 12 personas para que la burocracia sea medianamente ágil», ha señalado Álvarez en relación a la concesión de permisos en ciertos enclaves costeros.
Ha especificado que por ejemplo en Fuerteventura la regulación ambiental es tan compleja que es «un riesgo» plantearse una producción allí, como también lo es, ha agregado, en Lanzarote, a la par que ha citado como ejemplo de pocas trabas los rodajes llevados a cabo en La Palma.
En general, ha señalado que todas las administraciones tienden a tener estos problemas burocráticos porque resolver todo ese entramado llevaría «más de cuatro años para arreglarlo» y nadie quiere.
Para el productor de Volcano Films Alejandro Álamo, Canarias ha conseguido muchas cosas en materia audiovisual y es un caso de éxito, pero ha defendido que también se hablen de las dificultades a la hora de rodar, tras hacer el trabajo más difícil: que el archipiélago sea conocido fuera.
«El reto sobre los permisos lo tiene la administración pública para que se consolide de verdad un sector alternativo al turismo, que es complementario y no compite con él», ha apostillado.
Ha reconocido que sus primeros diez años de trabajo fueron «pedir permisos y era una cosa macabea», de manera que ha urgido a cambiar el modelo porque la velocidad «es muy inferior a la que necesitamos y es un tema viejo».
Ha hecho referencia además a problemas laborales como que en la contratación de técnicos internacionales haya problemas por parte de empresas alemanas para «entender» la Seguridad Social española, y bajo el «miedo» de otras experiencias en el pasado en las que «se han cargado los impuestos dos veces» pese a que existe un tratado de doble imposición precisamente para que eso no ocurra.
A lo largo del panel, ambos productores y el director de la empresa pública Tenerife Film Commision, Ricardo Martínez, han presentado dos casos de estudio de cómo es producir y coproducir en Canarias junto a plataformas y empresas internacionales, como ha sido el caso de Volcano Films con las series ‘La Palma’, de la productora noruega Fantefilm y emitida en Netflix, y ‘The Hive’, de la mano de la productora alemana augenschein Filmproduktion.
Estas producciones, han apuntado, reflejan la capacidad de Canarias para integrarse en el ecosistema global de producción y hacer valer los incentivos fiscales con los que cuentan las islas.
Han valorado asimismo que, al contrario de lo que sucedía sobre todo al principio de la eclosión de Canarias como lugar de rodaje, las islas ya no solo sirvan para recrear escenarios extranjeros como Grecia o México, algo que siempre es bienvenido, han dicho, sino que las propias islas se conviertan en parte del argumento de la producción.
Que la trama suceda en Canarias, han añadido, contribuye a la consolidación del sector, que en opinión de Volcano Films se consigue por esta vía, con proyectos medianos «que con cinco millones parecen de quince», porque que dan más oportunidades al tejido local, aun sin menospreciar las megaproducciones.
Ambas fórmulas, han señalado, interesan al sector, contribuyen y hacen falta, porque dinamizan la economía y la industria en aspectos diferentes. EFE













 
			 
			



