María Rodríguez |
Las Palmas de Gran Canaria (EFE).- Cada vez que Chema Caballero viaja sube una foto de una cerveza a sus redes sociales y quienes le siguen saben así que ha vuelto otra vez a África, un recorrido de ida y vuelta que hace desde hace más de tres décadas y que ha recogido en el libro ‘El bebedor de cerveza’, que presentó este jueves en Casa África, en Las Palmas de Gran Canaria.
En cada fotografía puede aparecer una cerveza diferente porque en cada país africano -más de 50- hay una que es la más representativa; todas, eso sí, industriales y que este cooperante, consultor, activista, escritor y exmisionero utiliza como columna vertebral del libro para mostrar «que en ese choque de culturas» que hubo cuando llegaron los colonizadores, «no fue todo negativo para África».
Esta idea la refleja también con la música, «que sale de África a través de las personas que son esclavizadas, llega a América y regresa a África con los marineros, comerciantes y los barcos, y los africanos la vuelven a reapropiar y reinterpretar».
Así lo explica en una entrevista con EFE en la que reconoce que le da «mucha rabia» seguir viendo como la prensa generalista se enfoca casi siempre en la enfermedad, las guerras… «cuando sabemos que África es mucho más que todo eso».
Miembro del equipo de Planeta Futuro que acaba de ganar el premio de periodismo Saliou Traoré que conceden Casa África y la Agencia EFE, Caballero reconoce que escribió el libro sin pretensiones y que comenzó a gestarlo en 2020 en un momento en el que un positivo de covid-19 le obligó a hacer cuarentena en Benín, pero apunta que si logra que «la gente pueda reflexionar o abrir los ojos e intentar ver África como realmente es, sería maravilloso».
Como todos los títulos que le acompañan al presentarlo a él, al libro le sucede un poco igual -«es algo muy confuso, como yo»-, pero se mueve entre el análisis social y político, las vivencias personales y la reflexión, que dan pinceladas de todos los elementos que él ha considerado relevantes para explicar lo que es el África actual: colonialismo, religión, mujeres, ciudades, mundo rural, conflictos, literatura, música, cambio climático, yihadismo, historia, y un largo etcétera.
Urbana, femenina y juvenil
Caballero reivindica que África es urbana, femenina y juvenil: «Es en las ciudades donde realmente se fraguan todos los cambios que están sucediendo en el continente. Son los jóvenes, la Generación Z, los que están provocando los cambios más fuertes, y son las mujeres las que, con sus pequeños emprendimientos, han pagado el colegio de estos chicos y chicas para que estén formados».
Preguntado por si el hecho de que los africanos lleguen a España en cayucos o pateras refuerza los estereotipos sobre África, el bebedor de cerveza destaca la dificultad que tienen no solo de conseguir un visado, sino de obtener una cita para solicitarlo.

«Hay gente que si tuviese la oportunidad vendría en un avión», pero «tienen que venir en estas embarcaciones endebles porque no tienen otro modo de llegar», asevera.
Y es que, «si hay una cosa que caracteriza a la mayoría de los pueblos africanos es el estar siempre en movimiento», manifiesta al indicar que «ha sido la colonia la que ha obligado a la gente, en su mayoría, a asentarse en poblaciones».
Más de 40 voces africanas
Para comprender a los africanos, el escritor aboga por la literatura escrita por ellos.
«A mí la literatura africana me ha ayudado y me sigue ayudando mucho, me da muchas claves para entender cosas, para comprender formas de pensar, de ver el mundo, de responder a problemas y necesidades. Para mí ha sido una puerta muy grande», explica quien además de como ‘bebedor de cerveza’ se define como ‘un devorador de literatura africana’.
En las páginas de su libro, Caballero ha introducido las palabras de más de 40 escritores y escritoras africanos para mostrar cómo contarían ellos lo que él narra y «que los africanos estén presentes en la obra» sin intermediarios.
Para el exmisionero, al final, «somos seres humanos, muy parecidos, nuestras necesidades son las mismas: ser querido, querer, comer, tener una vida digna, protegernos, la dimensión espiritual…»
En relación a esta última, Caballero dedica bastantes páginas del libro porque «sin la religión no puedes entender el África de hoy», a pesar de que cree que «tenemos todavía esa idea de que los africanos no tienen religión y lo que tienen son supersticiones».
«Al verlo como superstición, no como una religión, es como si ellos fueran atrasados, por no decir inferiores, y con eso se están reforzando los estereotipos y la discriminación, la xenofobia y la idea del salvador blanco», advierte.
El cooperante y consultor asegura que «un país nunca se ha desarrollado gracias a la cooperación», pero que gracias a la cooperación muchas personas, «sobre todo mujeres, han salido adelante».
No obstante, critica que la cooperación gubernamental «nunca es neutral, tiene objetivos muy concretos», motivo por el que considera que habría que «replantearla».
Además, asevera, «aunque hay muy buenas intenciones y muchas declaraciones, pocas veces se escucha a los africanos», una queja que dice que se ha encontrado muchísimas veces al trabajar con la contraparte local de un proyecto y que le plantean «al final del día, cuando ya te sientas a tomar la cerveza». EFE















