Noé Ramón
Santa Cruz De Tenerife (EFE).- El suelo volcánico del archipiélago canario impidió que a las islas llegara la plaga de filoxera que arrasó los viñedos europeos entre finales del siglo XIX y principios del XX, ha señalado María Francesca Fort Marsal, de la Facultad de Enología de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona.
En una entrevista a EFE la investigadora recuerda que durante la plaga de la filoxera que arrasó el viñedo europeo el archipiélago canario se vio exento debido al suelo volcánico y lo mismo ocurrió en otros territorios, como Creta y Chile, dado que estos enclaves tenían en común contar con terrenos similares, donde al igual que en los de textura arenosa, no prolifera este insecto.
Fort Marsal ha detectado varios individuos únicos de vid correspondientes a variedades no registradas en Lanzarote, La Gomera, El Hierro, Fuerteventura y La Palma, que en este último caso serán presentados el próximo mes de noviembre.
Aunque su especialidad es la genética, opina que no se debe perder la esperanza de que esta plaga llegue a ser frenada por el suelo canario, al ser volcánico y de textura arenosa.
A pesar de ello, Fort Marsal recomienda a los viticultores formarse en la materia y seguir las instrucciones de los técnicos de la Consejería de Agricultura del Gobierno canario, además de hacer un seguimiento continuado de los viñedos para la detección de nuevos focos si los hubiera.
En estos momentos se han detectado cuatro localizaciones de esta plaga en Tenerife y siempre a nivel de hojas, al visualizarse las agallas o nidos que contienen el insecto y sus huevos.
Fort Marsal no descarta la posibilidad de que la actual plaga se pueda haber adaptado al suelo canario “porque la naturaleza no es una ciencia exacta”, pero prefiere ver esta posibilidad como improbable.
“Pienso y quiero pensar que entró recientemente en estado de huevo de invierno y se ha desarrollado hasta filoxera la que coloniza las hoja”, indica.
Si se asume esta hipótesis, en la actualidad y siguiendo el ciclo biológico, la plaga tendría que estar en proceso de colonizar las raíces y vivir en el suelo.
“Esperamos que el terreno canario frene la epidemia”, dice Fort, quien aconseja que en lo posible se haga un muestreo utilizando técnicas de detección de este insecto para ver si está en el suelo o bien se han desarrollado nudosidades o tuberosidades en las raíces de otras plantas de vid.
De todos modos, para determinar si la plaga prospera definitivamente se tendrá que esperar un año o dos ya que, según diversos autores expertos en la materia, la filoxera de las raíces que es la más dañina en estado latente puede vivir de 1 a 2 años.
Pero normalmente completa su ciclo anual en menos tiempo “siempre y cuando se contemple la hipótesis de la entrada reciente de la filoxera en las islas”, añade.
El ciclo biológico de esta especie parte de un huevo de invierno, para eclosionar y convertirse en filoxera gallícola en las hojas, fase detectada en Canarias, y luego una parte de esta población de hembras se desplaza a las raíces, donde se convierte en filoxera radicícola.
Una fracción se convierte en alada desplazándose por los viñedos e infectándolos y donde, una vez asentados, pone dos tipos de huevos que darán lugar a la sexuada macho y hembra, las cuales fecundarán dando otra vez un huevo de invierno, dando lugar a cientos o miles de individuos. EFE